La amargura de Thibaut Courtois.
Reuters
SANTIAGO.-
Real Madrid venía de sumar mazazos fuertes en la última semana:
Dos caídas consecutivas ante el Barcelona, que lo dejaron sin final de Copa del Rey y con remotas posibilidades de lograr el título de la Liga de España.
Lo único que le quedaba por dar pelea era la Champions League, torneo en el que estaba bien aspectado para avanzar a cuartos de final tras vencer 2-1 al Ajax en Amsterdam. Pero contra todo pronóstico, defraudó y quedó eliminado ante el sorpresivo cuadro holandés.
Gracias a un excelente trabajo táctico y contundencia pura en ofensiva, la visita se impuso por 4-1 en el Santiago Bernabéu e instaló la sorpresa mundial en el torneo de clubes europeo, que en esta edición tendrá un nuevo campeón tras la triple hegemonía merengue en la corona.
A lo largo de todo el encuentro, el Real Madrid fue completamente dominado por los forasteros, mostrando muy poca precisión en ofensiva y nuevamente extrañando a un hombre que lo llevó a la máxima élite como Cristiano Ronaldo.
Los golazos de Hakim Ziyech (7'), David Neres (18'), Dusan Tadic (63') y Lasse Schone (72') marcaron una dura caída para los madrileños, que sólo pudieron descontar a través de un tanto de Marco Asensio (69').
Aparte del mal juego desplegado, los dirigidos por Santiago Solari también sufrieron con lesiones que lo obligaron a hacer dos cambios antes de los 34 minutos: Lucas Vásquez y Vinicius Junior tuvieron que ser sustituidos por problemas físicos.
Una dura eliminación que deja al Real sin la posibilidad del tetracampeonato en la Champions y con la que de paso se queda sin más objetivos cuando todavía resta por terminar la temporada.
El nombre de José Mourinho probablemente comience a sonar con más fuerza en la Casa Blanca, que hoy vive un presente muy opuesto al que dejó la era de Cristiano Ronaldo...
