SANTIAGO.- En enero pasado una "bomba" sacudía al tenis mundial. El escocés
Andy Murray anunciaba que dejaba la actividad, tras una rebelde lesión en la cadera que jamás le permitió volver a estar en un estado físico al 100%.
"Donde me gustaría poner fin a la competición es en Wimbledon, pero no estoy seguro de que vaya a poder hacerlo. Creo que hay posibilidades de que el Abierto de Australia sea mi último torneo", dijo el tenista en conferencia de prensa del primer Grand Slam del año, el Australia Open.
Sin embargo, la historia parece haber cambiado tras su última operación. Esto porque el escocés ha hablado con diversos medios británicos y ha deslizado la opción de echar pie atrás a su retiro y seguir jugando profesionalmente.
"Quiero continuar jugando, lo que pasa es que no sé si será posible", disparó Murray.
Esta idea del ex número 1 del mundo nace a partir de que según el mismo jugador, ya no siente dolor: "Estoy más feliz ahora que lo que lo he estado en el último año, el posterior a la operación. Ya no siento dolor, que es algo que no pasaba desde hace mucho tiempo".
Incluso, su madre y entrenadora Judy Murray, habló con Sky Sports y sus palabras fueron auspiciosas de cara al futuro del jugador de 31 años. "Nadie sabe cómo se va a recuperar a largo plazo. Mentalmente está bien y nosotros cruzamos los dedos (...) Pero te digo una cosa, si alguien puede hacerlo es él, porque pondrá todo su corazón y su alma como hace con todo", recalcó.
Ahora, sólo resta esperar si el escocés podrá o no volver al circuito y a ser el jugador que deslumbrara en el mundo del tenis...
