SANTIAGO.- El arribo de
Alfredo Arias a la banca de
Universidad de Chile ha tenido de todo: polémicas, mentiras, volteretas y un insólito plan orquestado para disimular y hacer todo más creíble. Aquí la historia.
Resulta que en un principio se dijo que las negociaciones con el uruguayo
partieron después que Frank Kudelka renunciara, el miércoles, y que esa misma noche Arias había llegado a Santiago para reemplazarlo.
De hecho, poco después de que Kudelka presentó su dimisión, el gerente deportivo Sabino Aguad salió a hablar para anunciar que ya estaban cerca de encontrar un nuevo entrenador para la U. A las horas se hizo oficial la contratación del charrúa.
El plan había resultado perfecto. O al menos eso pensaban en el Centro Deportivo Azul. Pero la rapidez con la que Arias sustituyó a Kudelka, en sólo un día, causó suspicacias. Hasta que la verdad salió a la luz.
Según publicó Fox Sports ayer viernes, el uruguayo realmente llegó a Santiago el martes, cerca de las 14:00 horas, y no el miércoles como había dicho en un principio. A esa altura Kudelka aún seguía siendo DT azul.
Para disimular su arribo a nuestro país, Arias incluso se cambió de hotel para hacer más verídica la versión que entregarían en conjunto con Aguad.
Era cosa de tiempo para que Kudelka renunciara, pero el objetivo era pasar desapercibido.
No obstante, con la presión de la prensa y luego de los antecedentes que se fueron dando a conocer, fue el propio uruguayo quien salió a contar la verdad, retractándose de las palabras que había dicho en su primera conferencia.
"Mentí, es verdad. Pero qué podía hacer o decir. Era un trabajo importante y si no era yo, iba a ser otro. El fútbol es así", confesó Arias a Fox Sports.
Un comienzo convulsionado y que tensiona aún más el ambiente en la U, que otra vez empieza un ciclo lleno de cuestionamientos y donde deja en evidencia el mal manejo por parte de la dirigencia.
