Este domingo se corrió una nueva edición del
Maratón de Santiago, evento que congregó más de 30 mil participantes y que lamentablemente
se vio empañado por la muerte del competidor Claudio Agurto por un paro cardiorrespiratorio.
A raíz del fallecimiento de este hombre de 51 años, surgieron algunas dudas sobre si la organización pide o no antecedentes médicos a cada competidor antes de lanzarse a correr por las calles de la capital. Y la respuesta es no, porque la organización, mediante sus bases, le traspasa toda la responsabilidad al corredor.
"A nosotros nos encantaría poder evaluar a todos. Todas las personas declaran que están en condiciones físicas y de salud para poder intentar una prueba de estas características. Eso es así. Se les hacen una consulta y todas las personas que ponen 'OK' están habilitadas, según ellas, para poder hacerlo", señaló a Emol el productor Francisco Riquelme.
Más allá de la respuesta de la organización, acá explicamos cómo es el proceso que tuvo que cumplir cada individuo y los términos que aceptan al momento de inscribirse para la carrera.
El primer paso es simple. Además de realizar un pago electrónico, que variaba dependiendo de la distancia a correr (10, 21 o 42K), tuvieron que completar una ficha con 34 preguntas, en la que la organización consultaba los siguientes datos: Nombre, rut, teléfono de emergencia, el tiempo que esperas completar, si tienes una discapacidad y, entre otras cosas, te piden una confirmación de haber leído y aceptado las bases de la competencia.
Este último punto es importante, sobre todo con respecto al tema de la salud de cada competidor. Si bien la organización no pide exámenes médicos a los corredores, sí advierte que toda persona debe hacerse responsable de lo que le pueda ocurrir el día del evento.
En las bases, en el artículo 14, describen que por el solo hecho de inscribirse, el participante declara lo siguiente: "Me encuentro en estado de salud óptimo para participar en el Maratón de Santiago. Además, eximo de toda responsabilidad a la organización, auspiciadores, patrocinadores u otras instituciones participantes ante cualquier accidente o lesión que pudiera sufrir antes, durante y/o después del evento deportivo, renunciando desde ya a cualquier acción legal en contra de cualquiera de dichas entidades".
"Este documento será validado mediante la impresión de huella digital del participante al momento del retiro del kit de competencia", añaden en las bases.
Y esto último ocurre tal como lo detallan en las bases. Emol consultó a varios corredores, entre ellos a José Galindo, un chileno que participó en el Maratón de Santiago, y al momento de ir a buscar el kit (último paso antes de correr) tuvo que validar que estaba apto para competir en el evento.
Eso sí, esto fue algo solo de palabra y en ningún momento la organización le pidió un examen médico o le realizó alguna prueba física.
A pesar de que la organización hace explícito que ellos no se hacen responsables de los accidentes que puedan suceder, hay quienes piensan que sería bueno, a futuro, pedir exámenes médicos.
El cardiólogo de la Clínica de la Universidad de los Andes Eduardo Bórquez, dice que si bien es importante que cada corredor sea consciente de chequearse constantemente antes de hacer este tipo de actividad física, también aportaría solicitar "un electrocardiograma, que cuesta mil pesos, y exámenes de sangre, por el tema del colesterol, que vale cerca de 10.000 pesos".
Los artículos 13 y 14 de las bases de la Maratón:
