SANTIAGO.- Universidad Católica perdió un partido clave en su objetivo de asegurar su paso a los octavos de Copa Libertadores tras caer con Libertad en San Carlos de Apoquindo.
El cuadro cruzado otra vez sufrió con el juego de los paraguayos con una defensa que desde incluso antes del encuentro, ya entraba con dudas.
¿Por qué? La presencia de Benjamín Kuscevic hasta el último minuto era una incógnita. El zaguero, quien viene siendo una de las figuras del conjunto de Gustavo Quinteros, sufrió una molestia en el tendón del tobillo derecho horas antes del cotejo en San Carlos.
Se pensó que estaba completamente descartado y que incluso ni siquiera fuera citado. En la precordillera había suspenso.
Kuscevic de igual forma realizó el trabajo de precompetencia. Se le notaba algo incómodo y las especulaciones crecían, ya que Valber Huerta también sesionaba intensamente. Una vez terminado el calentamiento, sólo faltaba esperar si realmente Kuscevic iría de la partida.
Y así sucedió, cuando fue anunciado por el altoparlante y bajo el aplauso de los hinchas locales. Pero la apuesta de Quinteros de hacerlo jugar no resultó del todo buena, ya que se vio muy mermado físicamente.
A diferencia de otros pleitos, dio la sensación de que en algunas pelotas divididas el joven central iba con menos fuerza y seguridad. Aguantó todo el primer tiempo, pero en el descanso no resistió más y debió ser reemplazado por Valber Huerta en el inicio del complemento.
Un cambio que terminó por enredar aún más a la UC, que en esta ocasión no mostró la solidez defensiva exhibida ante Rosario Central y Gremio. Germán Lanaro perdió a su socio ideal en la zaga central y eso quedó reflejado con los desajustes que costaron los tantos paraguayos.
Y todo en gran parte a la situación que vivió su mayor figura defensiva, que ahora está en duda para el próximo clásico del domingo ante la U.