SANTIAGO.- La final del Clausura 2009 fue trepidante. Colo Colo se imponía 4-2 a la Universidad Católica en el estadio Santa Laura y se desataba la algarabía alba. El Cacique, bajo las órdenes de Hugo Tocalli, lograba un título más para sus vitrinas y el equipo se sostenía desde su bloque posterior.
En él, los centrales se complementaban: Por un lado, el experimentado venezolano Juan Manuel Rey, y por otro, el joven bastión de la cantera, Sebastián Toro.
Con 20 años, Toro era campeón habiendo jugado como titular casi todo el torneo.
La prensa lo catalogaba como el "nuevo Arturo Vidal" y el club ponía sus fichas en él como el jugador más exportable de aquel momento.
Pero nada de eso pasó. La estancia del defensor en el Cacique se diluyó. El central bajó su nivel, jamás pudo consolidarse en el equipo de sus amores y deambuló por varios elencos antes de recalar en el K.F Laci, de la liga de Albania, donde se encuentra felizmente hoy.
Las seis horas de diferencia entre Chile y el país europeo no fueron impedimento para que, distendidamente, Toro dialogara con Emol y contara su presente aventura en el exótico fútbol de Albania e hiciera una fuerte autocrítica de su paso por Pedrero.
No consolidación en Colo Colo
Toro fue campeón tres veces en el conjunto albo: 2008, 2009 y 2014. Solo en 2009 fue pieza clave, siendo titular en 14 compromisos de aquella campaña.
Su gran nivel ilusionaba a Colo Colo, pero esto se diluyó. No logró sostenerlo en el tiempo. Y para esto, el central no se va con rodeos y reconoce sus culpas.
"Era muy chico, la inmadurez. Se me vinieron muchas cosas rápidamente y eso me afectó. Sobre todo fue la inmadurez, eso es lo que me pasó la cuenta", dice de forma nostálgica.
Sin embargo, Toro no se detiene en su autocrítica: "Jugar y estar en Colo Colo es algo que no se le da a cualquier jugador, es complicado cuando uno es tan pequeño y tienes que saber llevar muchas cosas, por eso cometí muchos errores".
Consultado sobre estos errores, el zaguero admite que "no sabía manejar mi temperamento, mi personalidad que es fuerte, no la manejé de buena manera. Pasé a llevar a muchas personas que me querían y me querían para bien. De eso me arrepiento".
Después de Colo Colo (defendió la camiseta alba en tres periodos), Toro jugó en Deportes Iquique, Ñublense, Junior de Barranquilla y Palestino, sin mucha suerte. Y aunque, en los "Dragones Celestes" tuvo pasajes de buen fútbol y dejó un buen recuerdo, ningún rendimiento se acerca al que tuvo cuando fue campeón con Tocalli.
A pesar de sus errores, el central destaca que su salida del cuadro de Macul fue en buenos términos. El oriundo de Maipú estuvo 17 años en el club y reconoce que siempre estará muy agradecido.
Su sueño es regresar. Ahora, dice estar más maduro y con más partidos en el cuerpo. "He aprendido las cosas que se pueden y no se deben hacer. En algún futuro, claro que me gustaría volver", expresa con entusiasmo.
Presente en Albania
Albania es un país del sureste de Europa y su capital es Tirana, que cuenta con cerca de 600 mil habitantes. Uno de ellos es Sebastián Toro.
El chileno de 29 años llegó al K.F Laci en 2018 por dos temporadas, y la forma en la que fichó es verdaderamente insólita.
"El gerente deportivo del club llega a mí a través de una página de jugadores libres. Ahí dio con mi nombre y me contactó. Hablamos por un par de semanas y llegamos a un acuerdo. Fue súper rápido, no hubo problemas y fue una muy buena decisión. He tenido un muy buen nivel en un fútbol bastante difícil", cuenta Toro.
Y es que según él, el fútbol en Albania tiene sus cosas. "Es muy bueno, muy competitivo y súper físico", dice el defensor, quien en la presente temporada ha jugado 21 partidos, 19 comenzando como titular.
Pero la adaptación no fue fácil. El idioma es la gran barrera. El albanés es difícil. Eso sí, el inglés y el italiano, las otras lenguas que se hablan, Toro las domina. También, los -8 grados que sintió en invierno fueron complicados. Pero ya se acostumbró.
El criollo es el único sudamericano en su equipo, por lo que está obligado a deshacerse del español por un rato. Solo en su casa lo usa. Ni siquiera su hijo, ahora, quien está en un colegio en el que le enseñan tres idiomas.
Sin dudas para el nacional, que su familia se adapte bien a Albania es fundamental para él. Y esto lo grafica a partir de su hijo, que lo pasa realmente bien en su colegio.
"La profesora lo trata muy bien, lo cuida mucho, y como es latino, los compañeros quieren aprender a hablar español, es como el centro de mesa de la escuela. Ha sido muy llamativo para sus compañeros también que alguien latino venga acá con un lenguaje que ellos no conocen", cuenta Toro.
Vuelta a Chile
La temporada de Toro en el K.F. Laci termina en mayo. El equipo va en la quinta posición y está a cuatros puntos del Flamurtari, último clasificado a la primera ronda previa de la Europa League. El chileno se ilusiona.
Sin embargo, la opción de emigrar es latente y su vuelta a Chile sería lo ideal: "Todavía no sé si seguiré, veré si hay alguna oferta pero gracias a Dios este equipo me abrió las puertas para venir acá y tener un muy buen fútbol".
Toro insiste en su buen presente en Albania. Está tranquilo y se le nota. Su primera experiencia europea lo ha hecho madurar, le ha devuelto la regularidad y está con sed de revancha, pero no se apura y se toma las cosas con calma. No quiere volver a cometer los mismos errores.