Los tenistas chilenos Cristian Garin, Bastián Malla y Sebastián Santibáñez en 2010 lograron algo inédito para el país: Se coronaron campeones mundiales en la categoría Sub 14 y a raíz de eso, todo el país se empezaba a entusiasmar con que estos niños, en ese entonces, tomarían la posta de Fernando González y Nicolás Massú.
Desde ese momento en adelante, se puso la lupa sobre estos tres jugadores nacionales, pero con el paso del tiempo la atención se puso solo en dos: Garin y Malla, quienes fueron los que siguieron el camino del profesionalismo.
2 Partidos jugó Santibáñez en el Mundial de 2010
Santibáñez, en cambio, desapareció de a poco de la cabeza de los aficionados. Si bien era el menos dotado tenísticamente de los tres, de todas formas era una de las cartas del recambio nacional. Sin embargo, una grave lesión en 2013, cuando era junior, lo hizo pensar en no volver a jugar nunca más y, de paso, le terminó cambiando la vida para siempre.
"Pensé en el retiro, sobre todo al principio, que es cuando más dolido estaba. Y también porque llegó un momento en el que ya no estaba disfrutando, porque jugaba con mucho dolor. Al final el tema de operarme ni siquiera fue por el tenis, era porque no podía disfrutar de nada, me dolía en la vida diaria. Me estaba destrozando el cuerpo", confiesa a Emol el jugador.
La lesión que le cambió la vida
Después de formar parte del equipo campeón del mundial Sub 14, Santibáñez, como relata, siguió el camino de Garin y Malla. Jugó los mismo torneos que ellos, estuvo dentro de los 250 mejores en menores y con 17 años obtuvo su primer punto ATP al ganar un partido en un torneo Futuro. Estaba en su mejor momento en 2013, pero a fines de esa temporada llegó el "gran problema" que le cambió la vida.
"Me tuve que operar los dos lados de la cadera, prácticamente al mismo tiempo. En 2012 tenía mucho dolor y estuve casi un año jugando así y sin saber qué tenía. Después de mucho tiempo vieron que tenía una rotura en el labrum, del cartílago de la cadera", cuenta.
Tras esto, su vida en el tenis se vino abajo. Estuvo más de un año sin jugar y pensó en dejar la actividad. "Fue bastante duro, sobre todo porque me tocó la lesión en el peor tiempo, que era mi último año de estar en junior. No tenía un ranking increíble, pero hubiese podido jugar todos los Grand Slams. Eso fue lo que más me dolió".
Luego de estar más de un año sin tocar una raqueta y de volver a estar enfocado en el colegio, en marzo de 2015 la vida le volvió a sonreír.
Renacer
La lesión ya había quedado atrás y estaba regresando poco a poco a los entrenamientos. Justo ahí fue cuando lo contactaron de Estados Unidos. Su nombre aún estaba en el radar por lo hecho en juniors. Bastantes universidades le ofrecieron irse becado a estudiar a Norteamérica, pero también varias desistieron al saber que venía volviendo de un largo período de inactividad.
"Pensé en el retiro, sobre todo al principio, que es cuando más dolido estaba. Y también porque llegó un momento en el que ya no estaba disfrutando, porque jugaba con mucho dolor"
Sebastián Santibáñez, tenista chileno
Sin embargo, la Universidad de Lamar se la jugó por él. Después de pensarlo, decidió no volver al profesionalismo y aceptó la propuesta del establecimiento ubicado en Texas para poder estudiar y jugar becado en la NCAA división 1, la máxima categoría en el circuito universitario de EE.UU.
En mayo se fue a EE.UU. y ahí estuvo tres meses entrenando en la academia del ex tenista 1 del mundo John Newcombe. En el segundo semestre regresó a Chile y recién a comienzos de 2016 inició sus estudios en Norteamérica.
Desde que entró a esta universidad, ya han pasado tres años y medio. Ha sido pieza fundamental para que su equipo gane en tres temporadas consecutivas su conferencia y este mes se gradúa con un doble postgrado de Economía y Finanzas. Hoy, con 23 años, está feliz con su presente en EE.UU.
-¿Cómo es jugar por una universidad en Estados Unidos?
"Buenísimo. El apoyo es gigante. Acá tienes de todo. Te dan ropa, raquetas, cuerdas, doctores, kinesiólogos, masajes, etc. No hay nada que no tengan. Además, te dan muchas facilidades en lo académico. Es bien visto ser atleta acá".
-Ahora que terminaste la universidad, ¿Piensas entrar a trabajar o intentarás volver al profesionalismo?
"Me iré a Alemania a jugar interclubes y después jugaré algunos torneos Futuro. Hoy, estoy mucho mejor que antes en cuanto a nivel. Estoy más tranquilo, con menos presión y más maduro. Ya tengo algo seguro y ahora puedo intentar jugar profesional, porque si no me va bien, voy a tener otro trabajo. Quiero probar por lo menos hasta que sienta que si no tengo nivel, hasta ahí llegaré".
Sebastián Santibáñez está contento. A pesar de "bailar con la fea" mucho tiempo y que a fines del 2018 tuvo que volver a operarse de la cadera por unas molestias, hoy tiene claras sus metas: "Me gustaría meterme en el circuito. Pero primero quiero jugar sin dolor y disfrutar del tenis".
Acompañando a Garin en Houston
Cristian Garin salió campeón en Houston en abril de esta temporada, torneo en el que fue acompañado por su técnico Paul Capdeville y también por el propio Santibáñez.
El chileno aprovechó que el certamen se jugaba cerca de donde vive en Estados Unidos y fue a Houston para estar junto a el "Tanque", amigo de la infancia.
"Lo acompañé toda la semana. Para mí fue increíble. El cuadro fue muy malo y lo sacó adelante. Las claves fueron los primeros dos encuentros, los sufrí mucho", señala Santibáñez.
Además, también se refirió a la labor que cumplió Capdeville en esa semana: "A Paul lo encuentro increíble, es una persona muy buena. Te habla mucho de la realidad, de qué hacer. Cristian le tiene mucha fe, se llevan muy bien. Tienen una muy buena conexión. Fue una pieza importante en el título".