Lo realizado por el Liverpool esta martes en las semifinales de Champions League se puede catalogar de varias formas. Épico, sorprendente, epopeya, casi imposible.
Pero mostrando el mismo fútbol que exhibió en la ida, esta vez el elenco inglés sí estuvo acertado y terminó protagonizando una de las remontadas más memorables que se recuerden en las últimas Champions.
El elenco de Anfield Road se impuso 4-0 al Barcelona y dejó sin validez el triunfo 3-0 de los catalanes en la ida. Sencillamente espectacular lo realizado por el conjunto dirigido por el alemán Jürgen Klopp.
En el equipo visitante, el volante chileno Arturo Vidal fue titular y hasta el primer tiempo, jugaba un partidazo quitando muchos balones y cortándole los circuitos a los ingleses.
Pero el nacional no podía solo. Le faltó más compañía de un equipo que no lo fue. El Barcelona hoy sencillamente se confió de las individualidades de Lionel Messi y Luis Suárez, quienes hoy fueron una sombra con respecto al choque en el Camp Nou.
De principio a fin, Liverpool fue más. A los 7 minutos, Divock Origi marcó el primero y encendió la ilusión de los hinchas locales. Si bien no pudieron sacar más diferencias en dicho lapso, los británicos se desataron en el complemento.
Clave fue el volante holandés Georginios Wijnaldum, quien ingresó iniciado el segundo período y los 53' y 55' igualó la llave en favor de los rojos. Lo increíble es que entró por la lesión del escocés Andy Robertson.
El dueño de casa siguió machacando y merecía el cuarto tanto, ante un Barcelona que sólo esperaba el pitazo para ir a la prórroga. Pero a los 78' y en una jugada digna de fútbol amateur, Liverpool apuró en un corner y Origi puso el cuarto ante los desconcentrados jugadores catalanes.
La epopeya ya estaba escrita. El resto del partido tuvo a un conjunto catalán buscando el descuento sin ideas (y sin Vidal que fue sustituido a los 74') ante un Liverpool que escribió una de las páginas más doradas de su rica y engalanada historia en este torneo.
En la vereda contraria, Barcelona vive un dejavu del año pasado (cuando fue eliminado por la Roma en semis teniendo una amplia ventaja) y uno de los episodios más bochornos del último tiempo y pasará otro año más sin tocar la "Orejona".