Alegría pura para la "MiniTri".
EFE
Ecuador hizo historia este viernes en el Mundial Sub 20 de Polonia al ubicarse por primera ocasión en el tercer puesto, tras imponerse por 1-0 a Italia en la prórroga, después de un empate sin goles en los primeros 90 minutos.
El gol de los campeones sudamericanos lo anotó el defensa central Richard Mina, en el minuto 103, después de que el portero ecuatoriano Moisés Ramírez le atajara un penal al atacante italiano Marco Olivieri.
El partido por el tercer puesto resultó agradable de principio a fin por la predisposición de los equipos por adelantarse en el marcador.
Ecuador salió por la revancha de la derrota por 1-0 ante Italia en el Grupo B, pero el combinado europeo se paró firme y ordenado en su defensa.
La insistencia de los suramericanos fue frenada en varias ocasiones por acciones bruscas de los italianos, que llevaron al árbitro español Jesús Gil Manzano, a señalar una amarilla al defensa Antonio Candela, castigo que también recibió Gustavo Vallecilla.
Así como Ecuador generó buenas llegadas a la zona italiana, de manera especial por el extremo izquierdo con el defensa Diego Palacios, Italia respondió con tejidas rápidas entre sus centrocampistas y delanteros pero con remates sobre el arco.
Ecuador volvió al segundo tiempo con igual ímpetu, pero repitió los mismos errores alimentados por la ansiedad, pues los remates no llegaron a puerta, hasta que en el minuto 55, Leonardo Campana enfiló un violento disparo que impactó en el vertical izquierdo.
La "Tricolor" probó nuevamente con un chute de Palacios, pero el portero Marco Carnesecchi rechazó el tiro de esquina, al minuto 58.
La aproximación del final intensificó los ataques, pero sin claridad para lograr filtrar la pelota en el arco contrario, y así terminaron los 90 minutos.
Al minuto dos del tiempo suplementario, el árbitro decretó una falta de penalti a favor de Italia, que cobró Marco Olivieri y lo tapó el portero Ramírez.
Finalmente, Richard Mina, que reemplazó en el 60 a Espinoza, selló la victoria al marcar, con un remate rasante entre el vertical izquierdo y el portero, el gol del triunfo en el minuto 103 con el que los ecuatorianos quedaron en la historia de su fútbol.