A Michael Schumacher, legendario piloto de Formula 1, la vida le cambió para siempre el 29 de diciembre de 2013. Mientras esquiaba en la estación invernal de Méribel, sufrió un terrible accidente. Al día siguiente, los médicos hablaron de "la gravedad" de sus lesiones sin dar detalles.
Esta semana, casi seis años después del hecho, llegó en helicóptero a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Georges Pompidou para someterse a un tratamiento experimental del que poco se sabe. Según el diario Le Parisien, le están inyectando células madres buscando una acción antiinflamatoria sistémica que mejore sus funciones cerebrales.
"Sí, él está en mi área. Y te puedo asegurar que está consciente", le habría dicho una enfermera del lugar al citado periódico. Esas escuetas palabras dieron la vuelta al mundo. Por primera vez, se conoce algo respecto a su estado.
El misterio impregna todo lo relacionado con el alemán. Cinco meses después de lo que pasó en los Alpes franceses, fue trasladado a una clínica en Lousana (Suiza) y de ahí a su mansión en Gland.
El lugar fue remodelado y se convirtió en una clínica privada con todo lo necesario para la rehabilitación de "Schumi". Médicos, fisioterapeutas, cuidadores. Los gastos, dicen, alcanzarían por lo bajo los 56 mil euros semanales y habrían obligado al clan a desprenderse de varios de sus suntuosos bienes.
En estos seis años no se ha filtrado ni una sola foto del ex Ferrari y los trascendidos nunca se confirman. "Asunto privado", suelen responder desde su círculo íntimo. Su esposa Corinne Betsch ha sido muy estricta con la confidencialidad de la salud de su pareja y se ha mantenido trabajando con Sabine Kehm, la jefa de prensa del germano durante toda su carrera.
"Pueden estar seguros de que Michael está en las mejores manos y que estamos haciendo todo lo humanamente posible para ayudarle. Rogamos que entiendan que seguimos los deseos de Michael y que comprendan que mantengamos en privacidad un elemento tan sensible como es la salud", expresó la familia.
Cualquier visita a la casa llama la atención. Son pocas y cuidadosamente permitidas. Hace poco el presidente de la FIA, Jean Todt, pudo estar con él. Respetando el deseo de la familia, no contó mucho.
"Es algo muy privado. Michael está muy bien rodeado, vive con su familia, en su casa, entre Ginebra y Lausana. Sigue luchando. Es lo único que puedo decir a día de hoy", afirmó.
Mick, uno de los dos hijos del matrimonio Schumacher-Betsch, también se dedica al automovilismo. Desde que pasó a la Fórmula 4 ha tenido que lidiar con que los reporteros se interesen más en cómo está su padre que en sus carreras.
Lo que podría arrojar algo de luz es el documental "Bild am Sonntaag", anunciado para diciembre de este año.
"La carrera excepcional de Michael merece que se celebre, 25 años después del primero de sus siete títulos del mundo", expresó su manager Sabine Kehm.
La película contará la historia del heptacampeón mundial de la F1 y, se supone, revelaría cómo fue el accidente que sufrió. Algunos medios alemanes creen que Corinne podría hacer públicas las imágenes de la cámara que llevaba Schumacher en el caso mientras esquiaba. Por el momento, y como todo, sigue siendo un misterio.