Kevin Durant, flamante alero de los Brookly Nets, es uno de los mejores basquetbolistas de la NBA. Su palmarés (dos medallas olímpicas, campeón del mundo en 2010 y dos veces ganador de la NBA) habla por él. Sin embargo, el estadounidense vive constantemente en la polémica y no se caracteriza por ser del gusto de los aficionados.
Su salida en 2016 de Oklahoma City Thunders para arribar a los Golden State Warriors fue caótica. De ahí en más tuvo problemas: Recordado fue el insulto a un fanático de Dallas en noviembre pasado por el que tuvo que pagar 25 mil dólares de multa.
El alero, quien se encuentra en plena recuperación por una rotura en el tendón de Aquiles, en conversación con el
Wall Street Journal, contó algunas cosas que le pasaron luego de dejar Oklahoma y su "odio" a la NBA.
"La gente venía a mi casa y hacía pintadas con aerosol en los carteles de venta. Había personas haciendo videos frente a mi casa y quemando mis camisetas mientras me llamaban todo tipo de cosas", expresó.
De hecho, cuando pisó en Chesdapeake Energy Arena, casa de los City Thunders, el ambiente fue hostil para Durant: "Fue una sensación tóxica y venenosa la que sentí al entrar en esa pista. La organización, los entrenadores, los ejecutivos… ¿están enfadados conmigo? ¿No me hablan? Pensé: '¿Es así como va a ser esto? ¿Solo porque me fui a jugar a otro equipo?'".
Igualmente, Durant pensó en volver a Oklahoma, pero lo descartó sin pelos en la lengua: "
Nunca volverá a vincularme a esa ciudad. Por mi cabeza pasaba regresar a esa ciudad y ser parte de esa comunidad y organización, pero no confío en nadie allí. Esa mierda debe haber sido falsa, lo que estaban haciendo. La organización, el general manager… No he hablado con ninguna de esas personas desde que me fui".
Sin embargo, cuenta que tampoco se sintió demasiado a gusto en los Warriors. Por eso eligió llegar a los Brooklyn Nets de cara a la próxima temporada.
"Llegué queriendo ser parte del grupo, de la familia, pero nunca seré uno de ellos. No me eligieron en el Draft allí. Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green sí lo fueron. Andre Iguodala ganó las primeras Finales… El resto de jugadores rehabilitaron sus carreras allí. ¿Y yo? Mierda, ¿cómo me iban a rehabilitar? ¿Qué me iban a enseñar? ¿Cómo iban a variar mi baloncesto? Yo ya había sido MVP y máximo anotador de la competición".
Finalmente, no escatimó en explicar su enojo y "odio" con la NBA.
"Algunos días odio el circo de la NBA. Odio que los jugadores dejen que el negocio de la Liga y la fama que viene con él altere su mentalidad respecto al juego. A veces no me gusta estar cerca de los ejecutivos y los políticos que acompañan a esto. Odio eso (...) Hablamos muchos sobre salud mental, pero solo cuando se trata de jugadores. Necesitamos hablarlo cuando también involucra a ejecutivos, medios y aficionados".
