El arbitraje está siendo protagonista en Japón.
AFP
Polémicas por los arbitrajes han empañado la primera parte del Mundial de Rugby que se desarrolla en Japón y este martes World Rugby, la federación internacional de este deporte, reconoció los problemas, que "no se corresponden a los estándares establecidos", señalando especialmente errores en la tecnología.
"El equipo de árbitros de la competición ha reconocido que el nivel del arbitraje observado durante el fin de semana de apertura no correspondía siempre a los estándares establecidos por World Rugby", señaló la federación internacional en un comunicado.
World Rugby reconoció "algunos problemas provocados por
la utilización de herramientas tecnológicas y una comunicación deficiente entre los miembros del cuerpo arbitral que ha influido en la toma de decisiones".
"Estas dificultades están siendo examinadas por el equipo de 23 árbitros con el objetivo de asegurar la coherencia", añadió la federación.
Varios incidentes se sucedieron entre el sábado y el domingo, especialmente un tackle alto del australiano Reece Hodge sobre el fiyiano Peceli Yato, en el partido ganado por los Wallabies (39-21) en Sapporo. - Tackle a Yato -
Yato tuvo que dejar el terreno de juego al sufrir una conmoción cerebral y la acción de Hodge fue sancionada únicamente por un penal por parte del árbitro Ben O'Keefe.
World Rugby, que persigue los tackles peligrosos, ha citado a Hodge a comparecer el miércoles ante una comisión de disciplina y podría ser sancionado con varias semanas de suspensión por su gesto sobre Yato.
Durante la Copa del Mundo los árbitros están acompañados de un asistente vídeo (TMO) que les permite repasar las jugadas desde el terreno de juego bajo diferentes ángulos.
El TMO también puede alertar al árbitro central en caso de sospecha de una acción ilegal.
El árbitro francés Romain Poite ha mostrado que se había aprendido la lección en el único partido de la jornada de este martes, ganado por Samoa frente a Rusia (34-9).
Poite excluyó temporalmente a tres jugadores (dos samoanos, Matu'u y Lee-Lo, y un ruso, Gotovtsev) por tackles peligrosos, por encima de la línea de los hombros o realizados sin rodear al rival con los brazos.
En los dos primeros casos, recurrió al video, para visionar la acción y después decidir una sanción tras haber respondido en inglés a tres preguntas: 1. ¿Hubo contacto con la cabeza? 2. ¿Existía cierto grado de peligro? 3. ¿Hay factores susceptibles de atenuar la sanción?
En el último caso, el pilar ruso Kirill Gotovtev recibió una tarjeta sin recurso al video, ya que la peligrosidad de su tackle pareció evidente al árbitro.