De infarto. No hay otra palabra que pueda definir lo que pasó ayer en el Prince of Wales Country Club durante la final de Top 8 del Torneo Juan Maestro Central 2019, la máxima categoría del rugby nacional.
Y es que el partido por el título entre Universidad Católica y PWCC tuvo de todo.
Tackles, tries, patadas y un ritmo de intensidad al cien por ciento. Tanto así, que tras igualar los equipos 21 a 21 en el tiempo reglamentario, la definición por la copa se estiró hasta el alargue.
Con dos tiempos de diez minutos por jugar, el primer equipo que lograra marcar un punto se quedaría con la copa. De persistir el empate la definición se extendería a patadas a palos. Sabiendo esto, tanto la Católica como PWCC tenían claro que la copa se les podía escapar de las manos por el hecho de cometer un penal propicio para que el equipo rival sumara por esa vía.
E increíblemente el PWCC dispuso de tres chances para ser campeón, todas a través del pie de Javier Reyes. Lamentablemente para las pretensiones del Clab, su capitán falló las tres patadas que probó a los postes: un penal a los 81', un drop a los 83' y un nuevo penal a los 85'. 21 a 21 seguían las cosas.
Tras salvarse tres veces, la ilusión de ser campeón estaba más intacta que nunca en las huestes cruzadas. Así, el equipo buscó su chance y la tuvo a las 89', tras un penal cedido por PWCC. Pero increíblemente la patada de Baraona pegó el poste. Sin embargo, un minuto después, a los 90', el Country volvió a cometer penal. Esta vez el apertura franjeado no perdonó y con un espectacular kick le brindó el triunfo y el vigésimo título a la Católica por 24 a 21.
Con el pitazo final de José Ignacio Calle se desató la locura e invasión a la cancha de los fanáticos estudiantiles, que tras una década de espera sumaron una nueva estrella y se consagraron en solitario como el eterno y máximo campeón del rugby chileno, logro que se suma a los alcanzados los años 1949, 1964, 1965, 1975, 1987, 1988, 1989, 1990, 1992, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2002, 2003, 2004, 2006 y 2009.
