YOKOHAMA, Japón.- Sudáfrica se impuso a Gales por 19-16 en la semifinal del Mundial de Rugby de Japón en un emocionante e igualado intercambio de golpes que se dirimió en el tramo final, y se jugará el título con Inglaterra.
Los Springboks lograron someter in extremis a los Dragones Rojos en un partido jugado en el Estadio de Yokohama (sur de Tokio), y aspiran a ganar su tercer torneo en la final del próximo sábado en el mismo escenario contra el combinado inglés, que dio la gran sorpresa del torneo al vencer a Nueva Zelanda en la otra semifinal.
Ambos equipos midieron sus principales armas -la velocidad y el juego aéreo del lado galés frente a la fortaleza y la firmeza defensiva sudafricanas- en un primer tiempo donde solo lograron mover el marcador con lanzamientos penales, y que se cerró con ligera ventaja parcial para los Springboks.
El partido arrancó con muchas pugnas en el cuerpo a cuerpo, balones al aire en terreno de nadie y unos galeses que parecían más capaces de encontrar espacios, aunque fue Sudáfrica la primera en adelantarse gracias a un ataque bien coordinado que fue frenado con penal y convertido por Handre Pollard (0-3, m.15).
Los Dragones Rojos movían el oval con criterio y rapidez y se asomaban a la línea de ensayo desde su banda izquierda. Una de esas jugadas derivó en un ruck y en penal que permitió igualar a los galeses, materializado por Dan Biggar (3-3, m.18).
El duelo se dirimía principalmente por alto y con los pies, y de este modo los Springboks volvieron a adelantarse con penalti originado en un scrum y bien pateado por Pollard (3-6, m.20)
La delantera africana generaba peligro a poco que lograba hilvanar pases a la mano y sobre todo cuando aparecía el medio melé Faf De Klerk, uno de los mejores hombres de los Springboks en este torneo.
Los sudafricanos también causaban muchos problemas a los galeses en el maul, y en uno de ellos el árbitro decretó lanzamiento de castigo a su favor que permitió a Pollard poner más tierra de por medio poco antes del descanso (3-9, m.34).
Gales, de nuevo de penal, pudo recortar distancias en el último minuto del primer tiempo por mediación de Biggar (6-9).
La segunda mitad comenzó como un calco de la primera, con otra transformación del mismo lanzador galés en un penal que igualó el resultado (9-9, m.45) y después de que los Dragones Rojos realizaran dos cambios por lesión.
Los Springboks, con tres nuevos jugadores de refresco, recurrían a su potencia en el maul para ganar metros, y a la salida de uno de ellos Damián De Allende logró ensayar tras zafarse de hasta tres zagueros. Pollard convirtió y puso el marcador en 9-16 (m.57).
Los galeses devolvieron el golpe tras una larga ofensiva repelida en sucesivas ocasiones por el muro sudafricano, hasta que Josh Adams halló un resquicio hacia la línea de try gracias a una eléctrica jugada (14-16, m.65), a la que sumó dos puntos Leigh Halfpenny en la conversión para igualar el marcador.
A cinco minutos del final, Pollard logró transformar otro lanzamiento de castigo (16-19) por una infracción en un maul y adelantar a los Springboks con un golpe que se antojaba decisivo.
Poco pudieron hacer ya los galeses, puesto que sus rivales lograron llevar el oval a su terreno y forzar un scrum y un nuevo lanzamiento de castigo enviado al lateral antes del pitido final.
Tras acabar con el sueño de Gales de llegar a la primera final de su historia, los sudafricanos pelearán contra Inglaterra por lograr su tercera copa, que se sumaría a las que alzaron en 1995 y 2007.