Chile enfrentaba un complicado debut en el Mundial Sub 17 de Brasil. Al frente tenía a Francia, potencia europea con jugadores de gran envergadura física y técnica.
Y el partido fue como se vaticinaba: Los galos dominaron de principio a fin y la "Roja" aguantó como pudo, pero no le alcanzó y cayó por 2-0 en el Estadio Da Serrinha.
La escuadra de Cristian Leiva adoptó una postura pragmática. Esperaban a los franceses y buscaban salir rápido de contragolpe, gracias a la velocidad de
Kennan Sepúlveda y Alexander Oroz.
De hecho, así llego la más clara de los nacionales. A los 11', Alexander Aravena hizo suspirar a los europeos y estrelló un potente remate en el travesaño. Fue la única jugada de peligro para Chile.
En la otra vereda, los galos jugaban a placer, principalmente desde los pies del 10, Adil Aouchiche. El volante del Paris Saint-Germain jugó un gran partido, moviendo los hilos de su equipo y haciendo jugar a sus delanteros.
Pero el primer tiempo terminó con el marcador en blanco, con Chile aguantando de buena manera y con Francia desperdiciando oportunidades por la impericia de sus atacantes.
Sin embargo, en el complemento una jugada fortuita cambió el trámite del partido. A los 61', Brandon Soppy se lanzó dentro del área tras un roce con Vicente Pizarro y el juez cobró penal. Una controvertida decisión, ya que en las imágenes no se apreció que tuviera la ayuda del VAR.
Lucien Augome no falló desde los doce pasos y abrió la cuenta. Y en un parpadeo, dos minutos después, Isaac Lihadji se incrustó en el área y con complicidad del arquero Julio Fierro puso el segundo.
Chile se desmoronó. Ni el ingreso de Gonzalo Tapia pudo darle algo de vértigo al ataque. La "Roja" sucumbió y ahora se preparará para un partido trascendental. El miércoles enfrentan a Haití en un duelo clave.