Más allá del triunfo de Max Verstappen o de la penalización a Lewis Hamilton,
lo que marcó el Gran Premio de Brasil fue el accidente entre Sebastian Vettel y Charles Leclerc.Los pilotos de Ferrari protagonizaron un insólito choque en Interlagos, que a la larga acabó con ambos fuera de carrera cuando sólo restaban seis vueltas para el final.
Vettel intentó sobrepasar a su compañero en una recta, pero el resultado fue desalentador. El alemán tocó con su rueda trasera izquierda la rueda derecha delantera de su colega provocando la destrucción de esa zona del auto.
Parecía que sólo el vehículo de Leclerc había sido dañado, sin embargo, su neumático estalló producto de la fricción. ¿Resultado? Ambos fuera de carrera.
La situación provocó el enojo en la escudería. "Desde luego es una enorme decepción. Desde que tenemos el subcampeonato de constructores son libres de luchar, pero libertad de luchar no significa hacer el tonto, menos siendo compañeros, y menos de Ferrari. Lo de hoy ha sido una estupidez. Los dos sabían que no debían hacerlo", lanzó el jefe de Ferrari, Mattia Binotto.
La prensa italiana también fue lapidaria apuntando a Vettel como el gran culpable. "Idiotez", titula en portada La Gazzetta dello Sport. "Vettel se comporta como un niño al que le han quitado un juguete", escribe Corriere.
Ambos pilotos tendrán que reunirse ahora con la escudería y habrá que ver si llegan sanciones por el insólito hecho.