La primera vez de Antoine Griezmann con la camiseta del Barcelona en la cancha del Atlético de Madrid no fue nada cordial. Al contrario, el ambiente fue tremendamente hostil.
Desde antes del pitazo inicial se notaba el rechazo de parte de los hinchas "colchoneros" con el delantero francés. No le perdonan haber llegado al elenco catalán.
Un lienzo desplegado en una tribuna reflejaba con claridad el hostil ambiente.
"Querías tener un nombre y se te olvido ser un hombre", sentenciaba el escrito.
Pero eso sólo era el comienzo. El rechazo se hizo sentir desde que el atacante del Barcelona pisó la cancha en el trabajo de calentamiento. Allí comenzaron las pifias y los gritos.
"Griezmann, muérete. Griezmann, muérete", se escuchaba con fuerza desde la tribuna. Eso y los fuertes silbidos cada vez que tocaba la pelota.
A todo esto se le suman dos hechos más. Muchos hinchas llegaron al estadio con la camiseta que usaba el francés en el Atlético, aunque con un pequeño cambio en su espalda. "Ratamann", decía el nombre del jugador en vez de Griezmann.
Además, unos hinchas atacaron la placa conmemorativa que tiene el delantero galo en el estadio Wanda Metropolitano. Le dibujaron una cruz, rompieron una parte de ella y le arrojaron basura encima.
Así se vivió el regreso de Griezmann a su antigua casa. Nada de gratitud para un delantero que dejó su huella durante varias temporadas. Al menos en el resultado final su nuevo equipo salió adelante: Ganó 1-0 con gol de Messi casi en el final.
