Rafael Nadal se encuentra envuelto en una polémica, quizás muy impensada para el número uno del mundo.
Y todo ha estallado por la construcción de una academia de tenis en Manacor, su ciudad natal.
Ayer el jugador hispano sorprendía a los medios de Manacor enviando una carta abierta en la que expresaba su dolor y decepción por las críticas que ha recibido tras la apertura de su Academia.
"Como a cualquier persona, me duele recibir ataques injustificados y difamatorios que lo único que pretenden es manchar mi nombre...Podría extenderme con más situaciones que me he callado durante mucho tiempo, pero no me gusta entrar en determinadas polémicas. Solo quería expresar mi sentimiento de dolor y decepción", decía la misiva.
Las palabras de Nadal llegan después de las fuertes críticas del alcalde de Manacor, Miquel Oliver, quien atacó con todo al tenista diciendo "que su academia genere riqueza no implica que no deba cumplir las obligaciones económicas".
"Ilegal no es, pero eso no quita que se haya hecho una ley a propósito para llevar a cabo esta obra. Es un atractivo turístico, pero no quita para que cumpla con las obligaciones legales, como todo el mundo. Que yo esté contento de que esté en Manacor, no quiere decir que la Administración tenga que velar por estas situaciones", sentenció.
Y no se quedó allí. "
El entorno de Rafa se llena la boca de que son de Manacor. No todo el mundo que trabaja en esa Academia sale contenta. Lo sé en primera persona, por no entrar en el convenio de estos trabajadores", agregó
Tras estas palabras, el número uno del mundo completó su respuesta:
"Son ataques que pretenden manchar mi nombre".
En la carta, Nadal también recuerda que ha ayudado de manera "desinteresada y de corazón" al municipio de la ciudad en numerosas ocasiones así como en situaciones catastróficas, como por ejemplo cuando fueron las inundaciones de 2018.