El fútbol mexicano dio por cerrado un oscuro episodio. Se acabaron los rumores y este viernes se hizo oficial: el Veracruz fue desafiliado, por lo que no podrá desafiliar en ninguna de las competencias organizadas por la Federación azteca.
En los "Tiburones Rojos" jugaba el chileno Bryan Carrasco. Fue un infierno para el Audax Italiano y sus compañeros. Hubo atrasos de hasta seis meses en el pago del sueldo de algunos futbolistas. Y no solo en el equipo profesional, si no que también en en el sub 20 y el femenino. Ni el personal de aseo se salvó de la crisis. Los utileros del club tuvieron que dormir en colchonetas en algún momento de la temporada.
Angustiados por la situación, los jugadores decidieron protestar. En el partido ante Tigres, se quedaron quietos tras el pitazo inicial dejando que la escuadra de Monterrey anotara dos goles en los primeros minutos.
El martes pasado, en la Asamblea Ordinaria de la Liga MX, los presidentes de todas las categorías del fútbol mexicano votaron a favor de la desafiliación del Veracruz. A la directiva del cuadro jarocho no se le dejó ingresas a la reunión y ya fue notificada.
Lo que resta es que se inicien los trámites para que el elenco desaparezca legalmente y la liquidación de la institución para que ningún tercero resulte perjudicado.
Carrasco fue titular durante toda la campaña, pero se desvinculó del club en noviembre por incumplimiento de contrato. Su futuro es incierto.
