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De ocultar los tatuajes a no abrazarse en Año Nuevo: Los especiales cuidados de los pilotos chilenos para un Dakar con duras restricciones

Los competidores nacionales deberán tener cuidado con las estrictas reglas que incluso acarrean pena de muerte en algunos casos.

31 de Diciembre de 2019 | 17:00 | Redactado por Martín Gutiérrez, Emol
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EFE
Este domingo quedará marcado como un día importante en la historia del Rally Dakar. Tras 11 años disputándose en Sudamérica, la prueba motor más dura del planeta se correrá por primera vez en Arabia Saudita.

Nunca en las 41 ediciones anteriores de la carrera se había utilizado el Medio Oriente como escenario. Y en esta nueva versión, los participantes deberán tener un especial cuidado con las reglas de la ley islámica que rigen en aquel país.

Por ejemplo, los competidores no pueden comer cerdo ni tampoco tomar bebidas con alcohol. Tampoco podrán vestir pantalones cortos. El consumo de drogas está penalizado incluso con la pena de muerte, mientras que las muestras de cariño no están permitidas. Nada de abrazos y besos en público.

Duras reglas para una competencia en la que en las últimas ediciones sudamericanas en su menú del campamento incluía carne de puerco y cervezas. Por lo mismo, entre los 11 pilotos chilenos que ya se encuentran en tierras árabes existe mucho respeto por estas particulares prohibiciones.

Los tatuajes el gran problema

Una de las reglas que más complicarán a los criollos es la de los tatuajes. La gran mayoría de los participantes del Dakar cuentan con varios en sus brazos y piernas. En la legión chilena, Pablo Quintanilla es uno de los más fanáticos y a la vez uno de los que más sufrirá por tenerlos.

¿Por qué? En Arabia Saudita este tipo de expresiones también está prohibida. Por esta razón, los competidores criollos no tendrán más alternativa que tapárselos con cintas y otros métodos. "Habrá que adaptarse nomás", sentencia Giovanni Enrico, el otro crédito criollo en cuadriciclos.

"Vamos a tener que andar ocultándolos. Será difícil, porque hay cosas muy normales acá que allá no lo son", sostiene José Ignacio Cornejo, motociclista de 25 años del equipo Honda que va por su quinto Dakar.

Un inédito Año Nuevo

Los deportistas deberán poner ojo también en la medianoche del 31 de diciembre, donde cualquier abrazo o gesto de afecto puede significar la prisión.

"Hay que tener mucho cuidado en estos días previos. Además, pasaremos el Año Nuevo acá, no se podrá festejar mucho. Hay que estar bien atento con no mostrar mucho afecto en público", indica Cornejo.

Para Patricio Cabrera, piloto que se estrenará con una moto KTM en el equipo FN Speed, hay que tener mucho ojo para no pasar un mal rato en Medio Oriente.

"Claramente es un punto a evaluar y hay que ser conscientes. No hay que mandarse ningún condoro, sino las sanciones puede ser muy duras", estima el coyhaiquino.

Eso sí, para algunos estas situaciones no afectarán demasiado. El bicampeón en quads, Ignacio Casale, no dramatiza y explica por qué no sentirá el rigor de estas medidas.

"No me complica mucho la verdad. He estado en Abu Dhabi, en Qatar. La verdad es que uno en la carrera tiene poco en contacto con la civilización, la mayor parte del tiempo se corre en el desierto vestido con tu traje de moto, no hay mucho roce con el exterior", argumenta.

En esa línea, agrega que "el Dakar es como una ciudad nomade. Tenemos nuestras propias comidas, dormimos dentro del campamento. No me complica y hay que respetar las reglas. Hay que ser respetuoso con esta cultura y religiones".

Son las aprensiones de los representantes nacionales que tendrá la carrera, que no sólo será difícil por estas razones. También será uno de los más duros por su recorrido total de 7.900 kilómetros, con poco más de 5 mil kms de especial. Un Dakar que pondrá a prueba todos los sentidos...