Kevin Prince-Boateng pasa sus días en Italia. Hoy es jugador de la Fiorentina y en su espalda carga con pasos por grandes de Europa como Barcelona y Milan.
A sus 32 años, el delantero de origen ghanés y nacionalizado alemán, puede dar una mirada clara de lo que fue el fútbol años atrás y de lo que es hoy. Y su análisis es contundente.
"El fútbol es un negocio y los jugadores somos solo números. Si no rindes, viene otro. Es simple. No hay lealtad, es triste", sentencia en entrevista con el diario germano Bild.
"Habría que hacer una encuesta para saber a cuántos futbolistas todavía les gusta entrenarse y quién disfruta jugando. Es un trabajo para profesionales. La presión es enorme y provoca hasta depresiones. Hay veces que jugando me divierto y otras veces en las que no lo hago", agrega.
Pero el atacante no se queda allí y profundiza su visión hablando sobre las nuevas generaciones.
"No trabajan su talento y sé lo que significa tirarlo. Y hasta varias veces. Algunos conducen su Mercedes a los 19 años y ya se ven con tanto talento que no hacen nada para mejorar. Sin entrenamientos extra, sin nada", lanza.
Y luego añade: "Los jóvenes piensan en jugar PlayStation y ver el Instagram. Llegan los últimos a entrenar y luego, se van los primeros. Creo que el fútbol ha cambiado, igual que la sociedad".
