El Monterrey se coronó campeón del fútbol mexicano luego de vencer por penales al América en el Estadio Azteca. En medio de los festejos, una imagen llamó la atención.
El técnico del cuadro regiomontano, Antonio Mohamed, se quedó sentando en el banco, llorando desconsoladamente y sosteniendo un rosario entre sus manos.
Las lágrimas del argentino, sin embargo, no se debían a la emoción por un nuevo título. Eran para Faryd, el hijo que falleció cuando tenía nueve años y que era fanático de los "albizules", elenco donde jugó su papá.
La familia viajó a ver el Mundial de 2006 y allí el niño sufrió un accidente automovilístico del que no pudo sobrevivir.
"Mi hijo nació en México, era fiel a la mascota del equipo y todas las fotos que tengo de él son con la mascota saliendo con el Monterrey. Tengo recuerdos muy grandes de lo que es Monterrey", expresó el DT.
"El Turco" le aseguró a Faryd que iba a ascender con Huracán de Argentina y que se consagraría campeón con el Monterrey. Logró cumplir con el "Globo", pero el título con los rayados se le resistía. En el Clausura 2016 y en el Apertura 2017 estuvo muy cerca de la gloria, pero Pachuca y Tigres se la negaron.
Mohamed va a todos los partidos con el mismo rosario. "Voy a seguir llevando el rosario en el banquillo, mi hijo me acompaña siempre", contó. La noche del domingo por fin cumplió su promesa.