El fútbol chileno, como ya viene siendo tendencia, no da el ancho a nivel internacional. En la reciente edición de la Libertadores, los cuatro equipos nacionales que clasificaron apenas tienen un triunfo en nueve partidos. Dos empates y seis derrotas completan el nefasto registro.
Universidad de Chile y Palestino fueron los primeros en salir al ruedo, ambos en la segunda fase del torneo. Los azules se despidieron de inmediato tras un empate y una derrota con Inter de Porto Alegre. El cuadro árabe, en tanto, superaría el primer escollo. Igualó con Cerro Largo en Uruguay y en Santiago le propinó una estruendoso 5-1.
Sin embargo, el derrotero de los de colonia acabaría en pronto. Guaraní le hizo pagar cada error y le ganó los dos partidos. Así, en la fase de grupos solo habría dos chilenos: Universidad Católica, bicampeón local, y Colo Colo.
Los cruzados fueron goleados por el Inter de Porto Alegre en su debut y este martes perdieron un duelo trascendental contra el América de Cali en San Carlos de Apoquindo. Tampoco le va bien al "Cacique". En un partido en que casi no pateó al arco, cayó ante el Jorge Wilstermann. El miércoles tiene un desafío de máxima complejidad con el Athletico Paranaense.
La temporada pasada ninguna escuadra nacional accedió a octavos de final. Pasar de grupo parece una barrera prácticamente infranqueable. En el último lustro, solo hubo una actuación destacada: la del Colo Colo de Héctor Tapia, que llegó a cuartos de final en 2018 inclinándose frente al Palmeiras.
A principios de 2020, Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) publicó un listado con las mejores ligas del mundo. En ese ranking, el campeonato chileno aparecía como el peor de Sudamérica. Pese a la molestia que puedan causar en la cúpula dirigencial, los números no mienten.
