En tiempos de cuarentena ha sido recurrente evocar aniversarios de distintos hechos deportivos que marcaron la pauta tanto a nivel nacional como internacional.
Este jueves se cumplen 5 años de quizás uno de los bochornos más grandes que se han registrado en la historia de la Copa Libertadores: El Superclásico del gas pimienta entre Boca Juniors y River Plate.
Es cierto. El escándalo de la final del 2018, trasladada a Madrid por motivos de seguridad, difícilmente será superado. Pero lo acontecido en el estadio La Bombonera hace un lustro seguro entra en la galería de los grandes papelones del balompié sudamericano.
Ambos conjuntos se medían por la revancha de los octavos de final de esa edición. River llegaba con la ventaja del 1-0 obtenido en la ida disputada en el Monumental de Núñez.
El clima de nerviosismo y tensión se sentía en La Bombonera. Durante el primer tiempo, ningún cuadro sacó ventajas y se fueron al descanso en cero.
El origen del escándalo
Pasaron los 15 minutos de entretiempo que estipula el reglamento y cuando los jugadores de River se aprestaban a salir a la cancha, fueron agredido por los aficionados de Boca con gas pimienta. Leonel Vangioni, Leonardo Ponzio, Ramiro Funes Mori, Gonzalo Martínez y Sebastián Driussi quedaron con los ojos rojos y llorosos.
Su daño en los ojos y otras partes del cuerpo generaron un verdadero caos. Rodolfo D'Onofrio, presidente de los millonarios, ingresó al campo de juego para pedirle al juez Darío Herrera la suspensión del partido.
Fue ahí cuando irrumpió la figura de Rodolfo "Vasco" Arrubarrena, ex jugador de Boca y de la UC, quien en ese entonces dirigía a los xeneizes. El DT encaró a D'onofrio por que entendía que estaba presionando al árbitro.
Así se dio vida a una especie de asamblea en el mediocampo, donde autoridades, médicos, entrenadores, personal de seguridad y dirigentes de ambos equipos determinaban como iban a seguir el pleito.
Finalmente, no se pudo seguir con el cotejo, que terminó siendo suspendido ante la desaprobación total del público de la Bombonera y algunos jugadores de Boca como Agustín Orión, que querían jugar sí o sí los minutos restantes.
El partido siguió en tribunales: Adrián Napolitano, alias el "Panadero", fue acusado de lanzar el gas y dos semanas después de esa noche fue procesado, aunque evitó un juicio oral y público a cambio de servicio comunitario.
¿Qué pasó con la resolución del duelo? Hubo días de mucha tensión y de viajes de los dirigentes a la sede de Conmebol para reuniones clave. El gallito en Asunción fue ganado por River, quien avanzó de manera automática a los cuartos de final ante un Boca eliminado, que no pudo jugar los 45 minutos restantes y que más encima sufrió la suspensión de su estadio.
