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El violento partido de Libertadores que acabó con 18 expulsados y todos los jugadores detenidos por la policía

La madre de uno de los futbolistas miraba el partido por televisión. Producto de la impresión le dio un infarto y murió.

03 de Julio de 2020 | 19:15 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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El Gráfico
La Copa Libertadores ha elevado a varios cracks y ha visto pasar a algunos de los mejores equipos de la historia. Sin embargo, hay un relato no oficial constituido por episodios de violencia y bochornos varios. Este es uno de ellos.


Boca Juniors no tenía margen de error la noche del 17 de marzo de 1971 en La Bombonera. Para avanzar a semifinales, debía vencer sí o sí a Sporting Cristal. Los peruanos ya no tenían opciones, pero una victoria le daba la clasificación a otro equipo de su país: Universitario.

El primer tiempo terminó con el cuadro xeneize arriba por 2-1, pero el cervecero consiguió la igualdad a la vuelta de camarines. Los argentinos se fueron con todo y les comenzó a entrar el desespero. A seis minutos del final, todo Boca reclamó un supuesto penal, pero el árbitro uruguayo Alejandro Otero no lo marcó.

Fue la chispa que desató el fuego. Se armó un gresca monumental en la cancha que acabó con 18 expulsados. Salvajes patadas voladoras y golpes de puño. La gente en la galería pedía la cabeza de los forasteros como si fuera un circo romano y la policía se vio sobrepasada.

"La policía me obligó a bajar por el túnel por razones de .seguridad: caían trapos encendidos a la cancha y, en algunos sectores, se intentaba invadirla", contó a El Gráfico el juez del encuentro, que estuvo acompañado por el chileno Carlos Robles y el brasileño Armando Marques.

Para los involucrados es un recuerdo inolvidable, pero les da vergüenza. Los de Boca reconocen que estaban frustrados porque se estaban quedando fuera. El más exaltado era Rubén José Suñé. Alberto Gallardo le suplicaba por la Virgen que no lo golpeara.

"Alberto Gallardo estaba asustado y tenía razón, porque creo que si lo agarraba lo mataba. Con su desesperación me largó una patada clavándome los tapones en la cara. Me enloquecí más todavía. En medio del tumulto apareció un tipo de particular y se metió entre los dos. Yo pensé que era un plomo, le di un empujón y lo tiré al suelo. Después en el vestuario, me enteré de que era el comisario de la 24. Allí nos comunicaron que estábamos todos detenidos. A mí me llevaron a la clínica Santa Isabel, en Flores, donde quedé internado y me aplicaron siete puntos de sutura. A la madrugada apareció un policía con un escribiente para tomarme declaración", relató.

La madre de Orlando De La Torre miraba el partido por televisión en Perú. Tal fue su impresión al ver la batalla campal que terminó falleciendo de un infarto.

"Nosotros estábamos eliminados pero podíamos ayudar a la clasificación de Universitario. Al hablar de lo que podía pasar, nos pusimos de acuerdo en que si se producía alguna bronca nos íbamos a reunir en un solo bloque para defendernos. No fue posible. Faltaba muy poco cuando se armó el lío. Lo empezó Coch pisando a Eloy Campos, caído en el piso y le fracturó el tabique nasal. Enseguida Rogel se le fue encima a Mellán y no paró hasta mandarlo al hospital", comentó.

En total, tres jugadores quedaron hospitalizados y todos fueron detenidos. La Confederación Sudamericana de Fútbol dictó suspensiones ejemplares para varios de los involucrados. A Suñé en Argentina, por ejemplo, le dieron un año y medio, pero luego se le redujo.

Es uno de los escándalos más grandes en la historia de la Libertadores. "Creía que esas noches nos mataban a todos", dice todavía con asombro Orlando de La Torre.
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