La sonrisa de Nicolás Massú lo decía todo. Una risa nerviosa no fue más que un desahogo. Y con justa razón porque
Dominic Thiem (3° ATP) casi deja ir el paso a la final del Torneo de Maestros.
El austriaco jugó un partidazo y le ganó a Novak Djokovic (1°) por 7-5, 6-7 y 7-6 en casi tres horas de juego. Tremendo lo que se vio en Londres, digno de aplausos.
El pupilo del entrenador chileno sufrió. En el tie break decisivo estuvo 0-4 abajo. Parecía que el triunfo se le iba, pero una espectacular reacción cambiaría la historia.
Ganó seis puntos consecutivos y después no falló. En el segundo punto de partido del tercer set, el sexto de todo el encuentro, Thiem cerró la victoria.
Fue un partidazo. El austriaco ganó la primera manga con un quiebre sobre el final. La segunda la perdió en el tie break (donde tuvo cuatro ocasiones de cerrar la victoria). Y la tercera, ya se sabe.
Thiem va por la revancha. El año pasado perdió la final del mismo torneo y ahora quiere el título. Espera ganador de la semifinal entre Rafael Nadal y Danii Medvedev.
