El Barcelona le ganó apenas 1-0 al Levante este domingo. Sin embargo, el triunfo no alcanza para apagar una crisis que ya se extiende por varios meses, desde la fatídica goleada contra el Bayern Munich. No es solo lo que ocurre en la cancha. La dirigencia es un caos y tanto el entrenador como los futbolistas han protagonizado varias controversias.
El elenco culé es octavo en la Liga con 17 puntos, a nueve del líder Real Sociedad. Tal como en temporadas pasadas, depende de de la inspiración de un Lionel Messi que ha dicho que se quiere ir.
La urgencia obliga a Ronald Koeman a pensar más en el resultado que en la forma . "Ahora mismo me importa más ganar los partidos que cómo ganarlos", expresó.
Las polémicas no le han faltado al técnico holandés. Discutió públicamente con Antoine Griezmann por la posición en que usa al francés en el campo y respondió duramente a los que piden más minutos: "Si no juegan es por algo".
Rivaldo, que fue figuera en el blaugrana, le dejó un mensaje. Conoce bien la exigencia de la grada. "Si las cosas no mejoran, podría ser el primero en salir. Ya sabes, en el fútbol el primero que siempre se lleva la culpa es el entrenador y en el Barcelona la presión es muy alta, especialmente si las cosas siguen así. Incluso en un momento tan complicado para el club, la responsabilidad terminaría señalando a Koeman", afirmó.
Pero Koeman no es el único apuntado. Varios jugadores han sufrido duras críticas. Uno de ellos es Griezmann. El francés todavía no deja ver todo su potencial en el Camp Nou. Su talento solo aparece a cuentagotas.
Por si eso no fuera poco, su ex agente destrozó a Lionel Messi. "Antoine llegó a un club con graves problemas donde Messi lo controla todo. Es a la vez emperador y monarca, y no vio la llegada de Griezmann con buenos ojos", expresó.
Griezmann tuvo que salir a excusarse, mientras Messi declaraba que estaba cansado de que lo culparan de todos los problemas del club.
Otros jugadores que han decepcionado por su juego han sido Coutinho o Francisco Trincao. Tampoco se salvan los de la vieja guardia. Sergio Busquets, símbolo del juego de posesión del Barcelona, parece no tener la claridad de antaño.
El caso Messi
Fue una bomba. Lionel Messi afirmó que se quería ir del club de su vida. Finalmente se terminó quedando, pero solo para evitar un complejo panorama legal.
El contrato de la "Pulga" expira a mediados de 2021. Clubes como el Manchester City o el Paris Saint Germain han mostrado su interés por ficharlo. Para los catalanes la situación es difícil. No tienen billetera en estos momentos para armar un equipo poderoso ni para ofrecerle al argentino un contrato colosal.
"Tendremos que sentarnos con Messi y pedirle un sacrificio salarial. Ahora mismo, con las condiciones de retribución que tiene, no es sostenible. Pediremos este sacrificio. Y si finalmente no hay acuerdo, Messi no estará", expresó el exvicepresidente y precandidato a las elecciones del Barcelona, Emili Rousaud.
Desde antes de la salida de Josep María Bartomeu que la dirigencia buscaba un acuerdo con el plantel para reducir los sueldos. La crisis económica causa estragos en el Barcelona. La pandemia solo empeoró la situación.
Triste cierre para una década en que el Barcelona llegó a tener uno de los mejores equipos de la historia y en la que ganó absolutamente todo. Hoy esos días no son más que un lejano recuerdo.
