Bayern y PSG, dos que dijeron "no" a la Superliga.
AP
Suman y siguen las repercusiones por la futura Superliga en Europa. Los 12 clubes formadores están en el ojo del huracán y algunos hasta ya piden la expulsión de sus ligas.
Pero, ¿Qué lleva a estos gigantes del Viejo Continente a crear un torneo distinto y sólo de potencias? Hay una poderosa razón detrás...
Los millones.
El futuro y polémico certamen repartiría cifras muy superiores a las que entrega actualmente la Champions League, el campeonato más grande del continente a nivel de clubes.
La Superliga tendrá un pozo de 3500 millones de euros a dividir entre los 15 fundadores (12 oficiales y 3 por sumarse) y los 5 elencos que se sumen por clasificación, según explicaron en el anuncio.
La diferencia con los montos que entrega la Champions League sería abismal. Por ejemplo, hoy el evento reparte casi 2000 millones de la divisa europea.
Otro dato... El último campeón de la Champions se llevará 120 millones de euros y el monarca de la Superliga 400. Tres veces más.
Es tanta la discrepancia entre un evento y otro, que un equipo que sólo participe, sin importar la fase a la que llegue, ya tendría un botín garantizado de 300 millones de euros.
Además, el fondo de solidaridad de la nueva competición habla de 10.000 millones de euros, por los 4.100 que en 2020 destinó la UEFA y que se reparten a través de las federaciones.
Los que rechazaron la Superliga
Milan, Inter, Juventus, Real Madrid, Atlético Madrid, Barcelona, Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal, Liverpool y Tottenham son los "gigantes" adheridos al bullado torneo.
Son los 12 formadores y deben sumarse 13 más que aún no entregan respuesta. Sin embargo, así como este grupo dio el "sí", hay otras potencias que dieron un "no" rotundo.
En Alemania golpearon la mesa y expresaron su rechazo a la Superliga. Bayern Munich y Borussia Dortmund lideraron la clara postura.
"La DFL rechaza cualquier concepto de Superliga europea. Los intereses económicos de unos pocos clubes punteros de Inglaterra, Italia, y España no deben dar lugar a la supresión de las estructuras establecidas en todo el fútbol europeo...", señaló Christian Seifert, CEO de la Bundesliga.
El PSG también dio el "no", aunque públicamente todavía no se manifiestan respecto a la Superliga. "Mantenernos fieles a la tradición de la UEFA", seria la razón.
Esa determinación se sustenta, además, en que el presidente del club francés Nasser Al-Khelaïfi, posee un puesto en el Comité Ejecutivo de la UEFA.
El Porto fue otro de los clubes que rechazaron. "La Unión Europea no permite un circuito cerrado de competición, como la NBA en Estados Unidos. Además, dado que nuestra federación forma parte de la UEFA y que se opone, no podemos participar en algo que va contra los principios y las reglas de la Unión Europea", manifestó su presidente, Jorge Nuno Pinto da Costa.