Mick Schumacher fue protagonista en la tercera tanda de entrenamientos en la qualy del GP de Mónaco, uno de los míticos circuitos de la Fórmula Uno.
El hijo de la leyenda, piloto de Haas,
perdió el control de su bólido y no pudo evitar el fuerte impacto con las barreras de contención.
Su auto quedó destrozado. "No sé qué decir. Estoy muy triste por esto", dijo Mick, quien no tuvo lesiones y salió ileso del accidente.
"Desafortunadamente, Mick no competirá en la sesión qualy de esta tarde, debido al daño del chasis sufrido en el accidente de la FP3", lanzó la escudería.
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