Lewis Hamilton en el centro de la tormenta. Su triunfo en el Gran Premio de Silverstone ha estado marcado por la polémica.
El británico tuvo un choque con Max Verstappen, líder del Mundial, en la primera vuelta. El neerlandés impactó su coche con la barrera de contención y terminó abandonando de inmediato.
Al inglés se le apunta por la responsabilidad del accidente de su rival y también por la eufórica celebración tras ganar la carrera.
El puntero de la categoría disparó desde el hospital. "Me alegro de estar bien, pero estoy muy decepcionado por haber sido eliminado así. La sanción dada no nos ayuda y no hace justicia a la peligrosa jugada que Lewis hizo en la pista. Ver las celebraciones en el hospital es un comportamiento irrespetuoso y antideportivo, pero seguimos adelante", lanzó.
El director de Red Bull, Christian Horner, también habló fuerte."Toda la culpa recae en Hamilton. Pudo causar un accidente enorme y gracias a dios él (Verstappen) salió ileso", sentenció.
Las críticas han seguido hacia el inglés con el paso de las horas. Nuevamente atacó Horner. "Fue una maniobra desesperada e impropia de un campeón. Lewis tiene un juicio equivocado", dijo el día después de la polémica carrera.
Desde la misma escudería continuaron cargando contra Hamilton. "Fue muy peligroso. Está claro. El rival golpeó con su rueda delantera a la rueda trasera de Max, eso no es un incidente de carrera. Es una actitud peligrosa", sostuvo el asesor de Red Bull, Helmut Marko.
El diario Marca también fue duro. "Este es un deporte que tiene un componente salvaje, con veinte estrellas del automovilismo poseídos por la adrenalina y que quieren ganar a cualquier precio, pero convendría que enterremos durante un tiempo el famoso "dejémosles competir" para evitar un disgusto", expuso en una columna de opinión.
Insultos a Hamilton
En medio de toda la polémica, el multicampeón de la F-1 ha sido víctima de insultos racistas en las redes sociales. Al británico le han escrito palabras de grueso calibre y le han enviado emojis de monos y bananas.
"La Fórmula 1, la FIA y el equipo Mercedes-AMG Petronas F1 Team condenan este comportamiento en los términos más enérgicos posibles. Estas personas no tienen cabida en nuestro deporte e instamos a que los responsables rindan cuentas de sus acciones", indicó la FIA en un comunicado.
"Esta gente no tiene sitio en nuestro deporte y pedimos que los responsables rindan cuentas de sus actos", añadió el texto.
Mercedes también sacó la voz. "Durante y después del GP de Gran Bretaña de ayer, Lewis Hamilton fue sometido a múltiples casos de abusos racistas en las redes sociales después de la colisión en la carrera".
Red Bull se sumó. "Aunque seamos rivales feroces en la pista, todos estamos unidos contra el racismo. Condenamos los insultos racistas de cualquier tipo hacia nuestro equipo, nuestros adversarios y nuestros aficionados", manifestó la escudería austríaca.