Alberto Abarza es de oro. Es histórico. El nadador chileno se convirtió en leyenda al ganar la medalla dorada en los 100m espalda de la natación en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
"Estoy viviendo un sueño que partió cuando tenía dos años e ingresé a la piscina de la Teletón. Coronarlo así es algo que me hace muy feliz, agradezco todo el apoyo, de la gente, mi familia, el comité paralímpico", fueron sus primeras palabras, muy emocionado.
Abarza relató la carrera que lo llevó a la gloria. Contó que hubo un momento donde sufrió bastante.
"Me dolió muchísimo la carrera, sabía que tenía que apretar y no volverme loco los primeros metros, es difícil a veces enfocarse, uno cree que va lento, pero iba rápido", señaló.
"La vuelta me dolió como nunca, pero iba apretando, sabía que estaba cerca y cuando vi el marcador sabía que quedaban siete metros, me dolió la vida, pero sabiendo que no quedaba nada y le di con todo", agregó.
Muy emocionado, el nadador chileno habló del duro camino hasta llegar al oro paralímpico. También agradeció todo el apoyo.
"Es un camino largo, de muchos años, no es llegar y estar acá. Hay mucho sacrificio, pero valió la pena y es lo que más rescato. Los sueños están para cumplirlos, con trabajo se puede lograr hasta lo imposible. Hay que proponérselo, nada es imposible", indicó.
"Como dijo un tenista, nada en la vida es imposible, ni una hueá", expresó muy feliz a TVN celebrando con la recordada frase de Nicolás Massú.
"Estoy aquí por todos los chilenos, gracias a su apoyo soy lo que soy, ellos han ayudado también a la Teletón. Ellos me han dado este empujón", cerró.