Una de las expulsiones más insólitas del último tiempo. Ocurrió en la Premier League en el duelo entre el
Manchester City y el Wolverhampton.
Cuando el primer tiempo se iban y estaban 0-0, el delantero mexicano de los Wolves, Raúl Jiménez, se ganó una amarilla por una falta en mitad de cancha.
Discutió, reclamó y no dejó jugar cuando los "ciudadanos" quisieron reanudar el juego. El juez no lo dudó y lo amonestó por segunda vez. Pasaron 31 segundos entre cada tarjeta.
Nadie lo podía creer. De forma insólita dejaba a su equipo con 10. Lo terminó ganando el City por 1-0 gracias a un penal de Raheem Sterling al 66'.
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