Alex Caruso, base de los Chicago Bulls, tomó la pelota y atacó el aro. Pero ya estando en el aire recibió una dura falta y cayó bruscamente. Azotó la cabeza y terminó con una fractura en la muñeca. El culpable, Grayson Allen de Milwakee, se golpeó el pecho.
Los árbitros cobraron una falta flagrante grado 2, es decir, consideraron que fue intencional y Allen fue expulsado.
Caruso tendrá que ser operado y estará alrededor de dos meses sin jugar. Allen no mostró arrepentimiento. No pidió disculpas y no fue al vestuario a ver cómo estaba Caruso.
El escolta de los Bucks tiene mala fama. Lo llaman el "jugador más sucio de la NBA" y "el más odiado en Estados Unidos".
"Que Alex Caruso esté en el aire y él lo derribe de esa manera, es algo que podría haber acabado con su carrera. Tiene un historial de esto. Eso para mí fue realmente peligroso. Espero que la liga se fije en algo así porque eso podría haberle perjudicado muy, muy seriamente", dijo el entrenador de Chicago, Billy Donovan.
"Fue una falta de mierda", añadió Caruso.
Antes de llegar a la NBA, Allen pasó por la Universidad de Duke. Es una de las instituciones más ganadores de la NCAA, pero a la que constantemente acusan de sobrepasar los límites con tal de ganar.
A Allen en su etapa universitaria lo castigaron por darles patadas a sus adversarios. Lo suspendieron por varios partidos y perdió la capitanía de su equipo.
Esas acciones opacaban el muy buen nivel que exhibía sobre el parquet. En su etapa universitaria, promedió 17,3 puntos por partido y 4 asistencias.
Se le ha comparado con Christian Laettner, otro jugador problemático surgido de Duke. Laettner jugó en el Dream Team junto a Michael Jordan y es considerado uno de los mejores baloncestistas de la historia a nivel universitario. Pero varias veces perdió los estribos. Incluso una vez piso en el pecho a un rival caído en el piso. Laettner fue muy resistido en su etapa profesional y pidió respeto por Allen.
"Pobre Grayson. Espero que no le hagan lo que me hicieron a mí. No es agradable, no es divertido y es un poco injusto", declaró.
Luego del paso por Duke, Allen fue seleccionado en el puesto 21 del draft de 2018 por Utah Jazz. Ya en la liga de verano, torneo que se juega antes del arranque de la competencia oficial, tuvo problemas.
Le enganchó el brazo a Trae Young, estrella de Atlanta y uno de los mejores jugadores de la NBA. Todos se le fueron encima y él solo levantó los brazos, dejando en claro que no quería pelea.
Un año después, ya en Memphis, volvió a cruzarse con Young. Levantó más de la cuenta su pierna izquierda para hacerle una zancadilla.
"Maldita sea. Esto tiene que parar", escribió un molesto Young en redes sociales.
"Maldita sea. Eso tiene que doler de verdad. Lo siento. Espero que estés bien", le respondió un sarcástico Allen.
Cada acción de Allen se revisa con minuciosidad. Su prontuario lo condena. En 2019 rompió un récord. Lo expulsaron luego de cometer dos faltas antideportivas en ocho segundos.
Llegó esta temporada a Milwakee, último campeón de la liga. Ha tenido buenos números y había estado lejos de polémicas. Hasta la falta a Caruso. La NBA lo suspendió por un partido.
La falta a Caruso y más