Luiz Felipe Scolari fue el técnico que hizo debutar a Cristiano Ronaldo con la selección portuguesa. El entrenador brasileño forjó una relación cercana con CR7 y recientemente reveló un recuerdo especial.
El padre de Cristiano se hizo adicto al alcohol al volver de la guerra de Angola. Murió cuando el hoy jugador del Manchester United tenía solo 20 años.
"Fue muy duro y el momento en el que se creó una relación más allá de la de entrenador-jugador. Cuando nos llegó la noticia, antes de un partido contra Rusia, nadie sabía como decírselo y nadie quería hacerlo. Dije que yo me encargaría porque yo sabía lo que era perder a un padre. El mío había fallecido años antes. Fue muy triste, pero nos conectó como amigos. Al día siguiente, Cristiano jugó un gran partido y volvió a Portugal. Él pidió jugar. 'No puedo hacer nada por mi padre hoy, así que jugaré mañana y me iré', nos dijo", contó Scolari en entrevista con el Daily Mail.
El DT dedicó grandes elogios al luso, como jugador y como persona.
"Es una máquina de hacer goles. Un tipo fantástico. Le vi en el Sporting por primera vez en 2003 y tiene más ganas ahora que entonces. Es una gran persona. Muchas veces no vemos lo buena persona que es fuera del campo. Me alegra mucho ver que sigue al más alto nivel aún", declaró.
Scolari destacó que CR7 no es el futbolista más talentoso que ha dirigido, pero tiene otra importante cualidad.
"Es el que más dedicación tiene. Puede que no sea el que más talento. El talento no es lo primero en lo que piensas cuando piensas en Cristiano. Es la dedicación lo que le ha convertido en lo que es hoy en día", afirmó.
El estratega estuvo a cargo de la selección de Brasil. En 2002 derrotó a Alemania y se quedó con la Copa del Mundo. Fue la última selección sudamericana en obtener el trofeo más importante de todos.
"Todos estábamos nerviosos. La noche antes de la final me encontré a los jugadores en los pasillos del hotel jugando al golf con una pequeña pelota de tenis. Me sorprendió, pero vi que se divertían. Sabía que dormirían porque estaban sacando todo el estrés fuera. Me quedé con ellos un par de horas y nos fuimos a dormir", comentó.
Pero pasó de la gloria al calvario. En 2014 dirigió a Brasil en el Mundial. Se jugaba en casa y el objetivo era solo uno: ganar la Copa. Pero en semifinales el equipo fue arrollado por Alemania. Perdió 7-1. La peor derrota en la historia de la "canarinha".
"Todo salió para Alemania y nada para Brasil. Tenemos que aceptar todos nuestra parte de culpa. Alemania fue muy superior, pero creo que no es justo culparme a mi de todo. Estaba triste por cosas que veía. Mucha gente intentó dañarme. Nadie quería perder. Todos tienen que asumir su responsabilidad. En 2014, perdimos todos", analizó Scolari.