Roberto Tobar, en el Superclásico.
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El fútbol chileno vivió un sismo la semana pasada, cuando
se confirmó la salida de tres árbitros del referato nacional, a raíz de una determinación del jefe de los jueces,
Javier Castrilli.
En la oportunidad, el mandamás del cuerpo arbitral aseguró que buscaba generar un cambio de generación en la actividad. Por eso le informó a Patricio Blanca, Omar Oporto y Raúl Orellana que no iban a continuar siendo parte de los jueces de la competencia.
“Son decisiones dolorosas que uno tiene que tomar, pensando en el cambio que necesita el arbitraje chileno. Hicimos evaluaciones, yo había dicho que estaba la necesidad de bajar la edad“, comentó el "juez de hierro" a radio ADN, justificando su decisión de darle otro tono a los encargados de impartir justicia en el fútbol nacional.
Y ese cambio podría estar dándose de forma gradual en el torneo y una muestra se dio en el Superclásico. El juez Roberto Tobar condujo el duelo en el que Colo Colo goleó por 4-1 a Universidad de Chile, de una manera muy distinta al común del actual certamen.
Mirando el partido detalladamente, se pudo ver que Tobar dejó jugar más de la cuenta y en varias acciones de roce mínimo decidió no sancionar falta, permitiendo que el juego tuviera continuidad y no se perdiera el ritmo del mismo.
En el último año, la competencia local de Primera División es el octavo campeonato de clubes del planeta que más se detiene por faltas o infracciones con un promedio de 24,4, lo que da un total de 15,22 minutos de pérdida por compromiso. Allí es superada por torneos como la Liga MX de México (1°), la Liga de Colombia (2°), la Liga de Portugal (3°) o la Liga Profesional de Argentina (7°).
En específico, el partido entre albos y azules en el Monumental solo tuvo 18 faltas cobradas por Tobar, muy por debajo del promedio de la actual competencia, según las estadísticas del sitio especializado SofaScore.
Otro ejemplo fue lo ocurrido en el partido entre Cobresal y Universidad Católica, que terminó con triunfo de 3-1 para los mineros en El Salvador, donde el árbitro Julio Bascuñán solo sancionó 24 faltas, justo en el limite del promedio.
Un hecho que también se dio en Everton-Curicó Unido (22 faltas sancionadas) y Unión Española-Huachipato (24 fouls cobrados), es decir en la mitad de la quinta fecha. El resto, todos superaron esa frontera de 24,4 sanciones de los árbitros.
“Observo un cambio en las últimas fechas, están disminuyendo la cantidad de faltas, los tumultos, las simulaciones, esa multiplicidad de irregularidades que nosotros descubrimos con nuestras observaciones", dijo Castrilli al respecto.
¿Será una tendencia o una situación pasajera? Solo el tiempo lo dirá.