Tras dejar entre lágrimas el Barcelona, Lionel Messi llegó al Paris Saint Germain. Con 34 años, firmaba por un club con un proyecto deportivo multimillonario y con el que podía aspirar a ganar la Champions.
"Todo en el club coincide con mis ambiciones futbolísticas", afirmó en su presentación el año pasado.
Pero nada ha sido fácil para Messi en su nuevo equipo.
Estuvo viviendo en un hotel y tratando de adaptarse a una nueva ciudad luego 21 años en Cataluña. Le costó mucho agarrar continuidad. Por las lesiones, el covid-19 y sus viajes para jugar con la selección argentina. Las críticas al principio fueron leves, pero explotaron tras la increíble eliminación frente al Real Madrid en octavos de la Champions.
"Es un fraude, un mercenario", dijo el ex futbolista Jerome Rothen. "Es un maldito jubilado", afirmaron hinchas en redes sociales.
La prensa también ha sido muy dura con el argentino. Según Le Parisien, Messi está molesto. Le habría dicho a sus compañeros que no entiende tantos cuestionamientos hacia él.
Sin embargo, las estadísticas marcan un declive. Lleva solo dos goles en 17 partidos del campeonato francés, su peor marca liguera desde que tenía 17 años y recién aparecía en el primer equipo del Barcelona.
Si se compara con el año pasado, la diferencia también es grande. En la campaña 2020/21 convirtió 38 goles en 47 partidos con el conjunto culé sumando todas las competencias (promedio de 0,80).
En la actual temporada, registra siete tantos en 25 encuentros entre todos los torneos. (0,28 de promedio).
Ahora a Messi solo le queda asegurar el título de la Ligue 1. Parece una obligación más que un logro.
Sin partidos de élite, en Argentina hay preocupación por cómo llegará a Qatar 2022.
"Eyectado de la Champions League, eliminado de la Copa de Francia, clasificado el seleccionado de modo anticipado a la Copa del Mundo, solo le quedan 11 partidos para consagrarse en la liga doméstica, casi un pasatiempo, con 13 puntos de ventaja sobre Niza. Entre los partidos locales, los últimos compromisos con el seleccionado y un par de amistosos proyectados, Leo deberá hacer un curso práctico de motivación", opinó el diario La Nación.
Luego de la eliminación ante el Real Madrid, se vio un Messi cabizbajo, con la mirada gacha y las manos en la cintura. No quiere repetir esa imagen en Qatar. Podría ser su último Mundial.
