Archivo personal/El Mercurio
El 15 de julio pasado una noticia nubló al ambiente futbolístico en Chile. El ex árbitro -hoy alcalde de Coihueco-
Carlos Chandía, había sufrido un grave accidente. El estado en que quedó su camioneta daban cuenta de un hecho que podía haber tenido consecuencias fatales. Su familia cuenta que de no ser por la ayuda de
vecinos del sector, que con alicates cortaron el cinturón de seguridad para sacarlo de entre los fierros retorcidos, la historia pudo ser otra. "Un señor de apellido Quilodrán", recuerdan, "le extrajo una bola de sangre coagulada de la garganta y Chandía pudo respirar".
Chandía estuvo en coma tres semanas con trauma encéfalocraneano severo, tres costillas rotas, además de la clavícula y dos vértebras fracturadas. Lo intubaron y le hicieron una traqueotomía. Pero al día 33 movió los dedos de sus pies y su evolución impactó a los especialistas. Tuvo que aprender todo de nuevo. Después de 8 meses está de vuelta: el exárbitro internacional chileno retoma este martes sus funciones como alcalde de Coihueco. No la cuenta dos veces.
"Mi recuperación fue un hecho muy rápido, que fue algo muy raro para ellos, inédito,
quizás la actividad que hacía antes me dio la fuerza para sostener tanto impacto y tanta violencia. Eso me permite estar conversando con usted. El accidente pudo ser fatal. Las imágenes que me muestran de la camioneta son terribles... Los doctores me dicen que lo mío fue un milagro por cómo quedó la camioneta y por cómo llegué yo al hospital", dice en entrevista con El Mercurio, a la vez que cuenta que no recuerda nada del accidente, que todo lo que sabe se lo ha contado la familia.
"Estuve mucho tiempo en coma y en estos ocho meses
he tenido que volver a aprender a hacer todo de nuevo. Hablar, caminar y hasta ya me ducho solo por ejemplo. Esto es un milagro", agrega.
Lee la entrevista completa en
este link