El Chelsea vive un complejo momento. Roman Abramovich tuvo que dejar la presidencia del club debido al conflicto bélico en Ucrania y las sanciones impuestas por Reino Unido a empresarios rusos . Desde entonces, el equipo inglés busca nuevo propietario.
Los medios británicos afirman que el club está al borde de la quiebra. No ha podido vender tickets, firmar contratos y varios auspiciadores se han marchado.
Ante ese complejo escenario, los jugadores tuvieron que pagar con su dinero el combustible para los traslados.
Según el diario Mundo Deportivo, el capitán César Azpilicueta abonó de su bolsillo gran parte de la cuenta.
En estos momentos, el Chelsea solo ingresa dinero por derechos televisivos. Ha tenido problemas para pagar los sueldos, que se elevan a los 30 millones de euros mensuales.