Una situación insólita ocurrió en el día final de la temporada regular de la
NBA, el mejor básquetbol del mundo.
El base Jrue Holiday, estrella del actual campeón Milwaukee Bucks, protagonizó un hecho pocas veces visto en el partido ante Cleveland Cavaliers, que no tenía ninguna importancia para ellos ya que estaban clasificados a los playoffs.
Sin embargo, para Holiday era clave estar en la cancha como titular. ¿Por qué? La razón es por una millonaria cifra.
Si la figura de los Bucks iniciaba un partido desde el primer minuto en 67 ocasiones, la franquicia le debía pagar unos US$ 300.000 por una cláusula estipulada en su contrato.
¿Qué pasó? El armador de juego llegó a la última jornada de la fase regular con 66 tiularidades. Es decir, tenía que arrancar el duelo ante los Cavs para embolsarse ese bono de seis cifras.
El jugador comenzó el partido y a los ocho segundos de juego cometió una falta, detuvo el partido y se fue derechamente a la banca para no volver al duelo. Así de simple.
Con esa acción, Holiday ganó su premio y añadió más dinero a un contrato multianual de US$ 30 millones por temporada.
Su equipo terminó perdiendo, pero no importó nada. Acabó la campaña en el tercer lugar de la Conferencia Este y desde este fin de semana comenzará la postemporada ante Chicago Bulls, en la búsqueda del bicampeonato de la NBA.
Mira la acción de Holiday
