Uno de los hechos más insólitos del año en el fútbol mundial ocurrió en la victoria del
Inter de Milán de Alexis Sánchez y Arturo Vidal sobre Spezia por 3-1, en la Serie A de Italia.
Es que el delantero M'Bala Nzola ingresó por Rey Manaj a los 60' de juego y recibió un llamado de atención del árbitro Fabio Maresca por uno de los aros que usaba en su oreja.
El juez, al pie del reglamento, le dijo a Nzola que saliera de la cancha y que volviera hasta que se sacara la argolla. El problema es que el futbolista angoleño no pudo hacerlo y al intentar regresar al campo, el referí se lo impidió.
¿Qué pasó? El técnico del Spezia, Thiago Motta, al ver que el africano no podía entrar al cancha con el aro en su oreja, decidió cambiarlo y metió a Janis Antiste en su lugar a los 70'.
Un hecho increíble, pero que está ajustado a las reglas del fútbol, que impiden el uso de aros u otros piercings durante los partidos.
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