Joaquín, ídolo bético, levanta el trofeo.
EFE
Histórico. Manuel Pellegrini y Claudio Bravo suman un logro más a sus brillantes carreras. El Betis, en un duelo dramático que se decidió por penales, venció al Valencia en el estadio La Cartuja de Sevilla y es el campeón de la Copa del Rey.
Pellegrini devolvió a los andaluces a una final de Copa luego de 17 años y terminó consiguiendo el tercer título del club en esta competencia. Para el "Ingeniero" tiene un sabor especial. Había sido campeón en Argentina e Inglaterra. Pero en España, pese a brillantes campañas, nunca había ganado un título a nivel local.
Claudio Bravo fue titular y figura. El arquero chileno no tuvo tantas intervenciones, pero sostuvo al Betis con dos atajadas fundamentales en momentos críticos.
Fue un partido duro, friccionado, a ratos más luchado que jugado, de mucho nervio. Comenzó mejor el elenco verdiblanco. Salió a proponer y hacía correr al Valencia detrás de la pelota. A los 11' se abrió la cuenta. Centro desde la derecha y cabezazo formidable de Borja Iglesias.
El equipo de Pellegrini estaba muy preciso, jugaba a otra velocidad y tuvo chances para aumentar. Pero el Valencia inesperadamente llegó al empate. Ilaix Moriba metió un pase profundo y Hugo Duro corrió solo hacia el arco de Bravo. Definió con una sutileza, levantando la pelota sobre el meta nacional a los 30'.
El Betis sintió el golpe. El Valencia pasó a dominar a la vuelta de camarines. Era más intenso, se imponía en los duelos. Bravo estuvo excelente en un achique para evitar el segundo. La escuadra de Sevilla no podía encadenar pases, sus figuras estaban desactivadas.
Pero poco a poco los verdiblancos se fueron sacudiendo. Juanmi, tras pase de Iglesias, falló un mano a mano increíble. Luego, Sergio Canales desvió por muy poco y Juanmi azotó el palo. Aumentó la ansiedad, en la cancha y en las gradas. Nabil Fekir a poco del final quedó solo frente al arquero, pero no pudo. Demasiadas ocasiones falladas. Ya en los 90', el Valencia salió de contra. José Luis Gayá remató desde la entrada del área y Bravo con el pie le negó el gol.
En el alargue no se sacaron diferencias. Ambos equipos estaban extenuados. Hubo que ir a penales. Nadie falló hasta que llegó el turno de Yunus Musah. La tiró por arriba. Juan Mirada se hizo cargo del lanzamiento decisivo. Con mucho peso sobre sus hombros, remató con mucha tranquilidad. Título para el Betis. Pellegrini y Bravo tuvieron otra noche gloriosa en Europa.
