"No me siento el rey, solo le gané al 'Canelo'", dijo el ruso Dmitry Bivol tras vencer el pasado sábado a Saúl Álvarez y así mantener su invicto y su cetro de peso semicompleto de la Asociación Mundial de Boxeo.
Fue un golpe a la cátedra. El mexicano solo había perdido ante Floyd Mayweather y para muchos es el mejor libra por libra de la actualidad.
Bivol nació hace 31 años en Tokmak, Kirguistán, un territorio que en ese entonces era parte de la Unión Soviética.
Su padre, Yuriy Bivol, es de Moldavia, y su madre, Yelena Bivol, es molvada con ascendencia coreana.
Cuando Dmitry tenía once años, su familia se fue a vivir a Rusia. Comenzó una nueva vida en San Petersburgo.
Partió en el karate y luego se cambió al boxeo. Destacó como amateur. Ganó dos campeonatos mundiales sub 17 y acumuló mucha experiencia, acabando esa etapa con un récord de 268 victorias, 15 derrotas y un empate.
En 2014 dio el salto al profesionalismo. Sus primeros seis combates los ganó por nocaut. Dos años después de su debut, conquistó el campeonato interino de peso semicompleto regular de la AMB y un año después fue promovido a campeón regular absoluto.
Es un boxeador técnico, metódico, con buen juego de piernas. Álvarez quiere revancha, pero el equipo de Bivol muestra calma.
"Si hay una revancha, Bivol la hará mucho más daño a Canelo. Hay muchas combinaciones que no hizo y pudo haber tirada. Si vuelva a pelear con Canelo, será mucho más fácil para Bivol porque encontrará la manera de lastimarlo más duro", afirmó Joel Díaz, uno de los entrenadores del ruso.
Bivol está abierto a una nueva pelea con el combate. Lo dejó claro. Pero sería en otras condiciones. En un peso diferente. Para la del fin de semana pasado, "Canelo" subió a las 175. Ahora el ruso estaría dispuesto a bajar a 168. No quiere que queden dudas ni que haya justificaciones.
"Tal vez para la próxima pelea sea por los cuatro cinturones en su división supermediano. Tal vez debería intentar (la revancha) en su tamaño natural, por menos peso y para mi también", manifestó.