Javier Castrilli, el ex jefe de la Comisión de Árbitros, volvió con todo tras su polémico despedido.
El argentino fue convocado por la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados. Habló de los escándalos en el referato que han remecido el fútbol chileno y que acabaron con su salida.
La diputada Marisela Santibáñez le consultó por una de sus medidas más controversiales al mando de la Comisión de Árbitros. "¿Cuál es la razón para desvincular a 14 árbitros del fútbol chileno?", le dijo.
"Diputada Santibáñez, los motivos diversos que tuvieron el conjunto de esos árbitros principalmente tiene un común denominador, que es la incapacidad de tener un futuro mejor en el arbitraje, porque ellos no lo representan, por un conjunto de condiciones", respondió Castrilli.
El ex árbitro dijo que evaluó a los despedidos por sus actuaciones. El rendimiento, según el análisis de Castrilli, era "pobre, paupérrimo o nulo".
"La complejidad y la profundidad de las condiciones que debe tener una persona humana que debe trabajar con su físico y con su mente a 180 pulsaciones por minuto, en un ámbito donde tiene que tomar decisiones en el momento, donde convergen intereses tan importantes que exceden lo estrictamente deportivo, esas condiciones están íntimamente relacionadas con el producido de los partidos, absolutamente nadie, ninguna persona que sepa y entienda el lenguaje del fútbol puede negar que en este momento esas condiciones no están dadas en el arbitraje chileno. No solamente acá en el orden doméstico, a nivel internacional", agregó.
El trasandino profundizó en su punto: "Para su conocimiento, diputada Santibáñez, cuando yo llegué acá al país la propia Federación Internacional del Fútbol Asociado estaba realizando un curso para todos los árbitros profesionales, ¿sabe diputada cuál fue la conclusión de la FIFA? Que el 50% de los árbitros no podían entender ni leer bien las faltas, el 50% de los árbitros, no lo dije yo ni la comisión que presidí, la Federación Internacional, ese es el cuadro de situación y la herencia que yo tuve cuando asumí, herencia que obviamente fue el disparador para que los presidentes, o mejor dicho en este caso, las autoridades que conducen el fútbol me vinieran a ofrecer el cargo".
Castrilli fue traído por el presidente de la ANFP, Pablo Milad en 2021. Duró seis meses en el cargo. Se refirió a los problemas que tuvo para realizar su trabajo.
"Me encontré con un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y manejaba practicando la cultura del nepotismo y las relaciones a través de su cultura del amiguismo, del club de amigos, donde no solo se beneficiaba a quienes ellos querían, sino también se perjudicaba, según el testimonio de muchos de los que fueron desplazados, injustamente a personas que tenían condiciones", comentó.
Aseguró que ese "grupo de personas" le dificultó mucho su labor. "Ese poder arbitral, con características de una asociación, corporación, se fue enquistando y enraizando, también en el aparato de contralor, comandado por uno de los apellidos ilustres que componían esa característica de nepotismo, influenciando con su ascendencia sobre el resto el análisis de las actuaciones arbitrales", afirmó.
El hecho que produjo la salida de Castrilli está vinculado al partido de promoción entre Huachipato y Copiapó. El árbitro Francisco Gilabert dijo en un audio que lo indujeron "desde Santiago" a cobrar penal en favor de los acereros. Explotó un escándalo, pero el caso dio un vuelco. Una investigación demostró que no hubo llamado desde la capital y que hubo un intento por desacreditar al arbitraje nacional. Castrilli apuntó sus dardos al clan Gamboa.
"Las barbaridades que dijo Gilabert las dijo sobre la persona que lo llevo a ser internacional. Después de haber sufrido la postergación, a manos del nepotismo de la familia Gamboa, yo le di igualdad de oportunidad a todos. Observé a Gilabert y lo puse como árbitro internacional. De esa manera se me pagó", manifestó.
Castrilli comentó que se dijeron "barbaridades" sobre él y la Comisión de Árbitros, habló de "escarnio público".
"A nosotros nos ejecutaron en la silla eléctrica para concluir en una investigación que éramos inocentes. Es decir, sin posibilidad alguna del beneficio de la duda, del principio de inocencia", declaró.
¿Cómo acabar con el amiguismo, nepotismo y otras malas prácticas? El "Juez de Hierro" afirmó que ofreció soluciones. También apuntó a Pablo Milad sin nombrarlo directamente.
"Esto es cómo cambiar la realidad de la función pública. Si no tenemos decisión política, por más que tengamos las mejores intenciones, no basta. Tenemos que tener la convicción política de llegar a ese objetivo. Queremos ir por el cambio, nos exponemos a los riesgos y tener las decisiones oportunas para solucionar problemas. Resolvieron administrar la crisis y no enfrentarla echándonos. Entonces, la respuesta está en manos del presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional", sentenció.