Fue una larga espera. 11 años después el Milan volvió a levantar el título del Calcio tras ganarle una larga e intensa batalla al Inter de Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
Y tanta espera tenía que ser con una celebración especial. Su figura,
Zlatan Ibrahimovic, sorprendió a todos entrando a los festejos fiel a su estilo.
El delantero sueco fue a recoger la medalla de campeón mientras se fumaba un puro y bebía champaña para desatar las risas de todos sus compañeros.
Zlatan también tuvo una dedicatoria especial. Se acordó del fallecido agente Mino Raiola.
"Se lo dedico a él, quería verme en el Milan, me dijo que podría salvarlo y devolverlo al máximo nivel. Me habría aconsejado que jugara otros diez años y siguiera robando", sostuvo el goleador.
Finalmente habló de su futuro. "Si estoy bien puedo pensarlo y tomar una decisión. Cuando estoy en el campo marco la diferencia, no veo otro Ibra en circulación", declaró en Sky Sport.