Heung-min Son acaba de hacer historia. Se convirtió en el primer jugador asiático que acaba goleador de la Premier League. El jugador del Tottenham hizo 23, la misma cantidad que Mohamed Salah.
"En el equipo de los infravalorados sería indiscutible", escribió el diario El País de España.
Son es de Corea del Sur, un país sin mucha tradición futbolística. A los 16 años el Hamburgo lo llevó a Europa. Estuvo entrenando con juveniles hasta que en el 2010 dio el salto al primer equipo.
En Hamburgo pasó tres temporadas y en 2013 lo compró el Bayer Leverkusen. Con las "Aspirinas" jugó 62 partidos e hizo 21 goles. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del Tottenman y en 2015 desembarcó en el norte de Londres. En los Spurs lo dirigió José Mourinho. El técnico portugués e una ocasión lo llamó "Son-aldo" por un espectacular golazo y siempre habló bien de él.
"Desde fuera tenía una sensación de él. Recuerdo cuando Sir Alex (Ferguson) hablaba de (el jugador surcoreano del Manchester United) Park Ji-sung. Es una cosa cultural. Les gusta aprender, son muy humildes. Me vi con sus padres. Entendí de dónde viene. Es un chico fantástico. Estoy muy feliz", expresó "Mou".
Pese al éxito en Europa, Son estuvo a punto de retirarse en 2018. No por motivos futbolísticos.
En su país el servicio militar es obligatorio para todos los menores de 28 años. El incumplimiento es castigado con cárcel y es muy mal mirado socialmente. Sin embargo, se pueden librar aquellos que tenga éxito representando internacionalmente a Corea del Sur.
A Son le dieron la posibilidad de librarse del servicio militar si llegaba a octavos en el Mundial de Rusia, pero no lo consiguió. Lloró en la cancha. Se le venían 21 meses alejado de las canchas.
Pero tuvo otra oportunidad. Debía ganar la medalla de oro en los Juegos Asiáticos y lo consiguió. En la final se impuso 2-1 a Japón.
En 2020, aprovechando el parón por la pandemia cumplió sus semanas en el servicio militar. Tuvo que raparse, hacer caminatas de siete kilómetros cargando más de 24 kilos, aprendió a usar armas. Destacó la camaradería con sus compañeros.
"Hemos pasado el día juntos en una habitación. Hemos creado un grupo muy cercano, trabajando juntos, nos hemos ayudado entre nosotros y ha sido fantástico", declaró.
Son está en el pináculo de su carrera. La siguiente temporada intentará saldar su deuda pendiente: ganar títulos.