Su semblante lo relejaba. El portazo de la FIFA pegó fuerte en la ANFP. Más aún en su líder, Pablo Milad. Para el presidente, la demanda podría marcar su futuro.
Al actual mandamás le quedan los últimos meses en el sillón de Quilín. Hay elecciones en noviembre próximo y va por la reelección. Por ello, un fallo favorable también le daba garantías.
La jugada de ir a la FIFA por el caso de Byron Castillo es su apuesta. La primera pasada ya fue fallida, sin embargo, no pierde la esperanza y agotará las instancias posibles para apelar. Milad sigue firme, pese a todo y a todos.
Es que hay presidentes de clubes que ni siquiera están de acuerdo con ir al TAS ante el complejo escenario económico que vive la ANFP -proyecta un déficit de a lo menos 2 mil millones de pesos este año-.
A cuatro meses de las elecciones, Milad sigue perdiendo peso en Quilín. Por ahora no hay nombres oficiales que le compitan, pero ya rondan las voces de levantar una lista opositora. Han trascendido opciones como Jorge Uauy, Jorge Yunge o Lorenzo Antillo. El último ya se abrió a la opción.
"Si hay algún tipo de consenso, un apoyo mayoritario, ganas de provocar un cambio, buscar una nueva forma de gobernanza y salir del estancamiento en que estamos, yo estoy disponible para ser candidato a la ANFP, porque me gusta el fútbol, quiero esta actividad y me gustaría que el fútbol chileno fuese reconocido por su capacidad de gestión, por generar una liga competitiva, moderna, que vuelva a ser una de las principales de Sudamérica", señaló en entrevista con El Mercurio.
Al ex Intendente le cuestionan malas decisiones como la contratación de Martin Lasarte, la llegada de Javier Castrilli, la supuesta relación con representantes, entre otras.
Lo que pase en las próximas elecciones puede ser clave para la "Roja". Eduardo Berizzo acaba de asumir y la posible victoria de un nuevo timonel siembra incertidumbre.
El técnico argentino ya puso como exigencia el apoyo de los presidentes del fútbol chileno al momento de firmar. Lo reconoció públicamente.
"Cuando conversé con Cagigao, lo primero que le manifesté fue un deseo de continuidad. A partir de noviembre el contrato del entrenador tiene que seguir. Necesito tiempo. Si los presidentes estaban de acuerdo en que la continuidad del entrenador estuviera garantizada, mejor. Me pareció ético plantear a los presidentes que el entrenador siguiese a partir de noviembre si ellos estaban de acuerdo", expresó en su conferencia de presentación.
Y más allá de que ese respaldo le fue "garantizado", la historia reciente pone en duda cualquier decisión en el cambio de mando. Basta recordar las salidas de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli. Aún más reciente, el caso de Reinaldo Rueda.
Antes de su llegada, Milad cuestionó la elección del DT colombiano. Si bien lo mantuvo en el cargo una vez que asumió, su proceso siempre estuvo en entredicho y finalmente terminó saliendo con el paso de los meses. Jamás fue de su gusto y el apoyo realmente estuvo lejos de existir.
Ahora Berizzo tendrá que ver qué ocurre si hay cambio de mando en la ANFP. Deberá decidir él y también ver qué quiere un posible sucesor de Milad.