Las declaraciones de sus compañeros hacen pensar que la estadía de Hernán Galíndez en la U es normal. "Lo veo bien, no nos ha comentado nada de que se quiera ir", decía ayer miércoles Mauricio Morales.
Sus palabras coinciden con los dichos de hace una semana del técnico Diego López, quien también aseguraba que el meta ecuatoriano no había comunicado nada. Pero si él no lo hizo, su representante sí.
Su agente Rodrigo Abadie ha expresado públicamente que el jugador se quiere ir de la U. Incluso, hace unos días aterrizó en Chile para negociar su salida con Azul Azul. ¿Y cuál es la razón de Galíndez?
El portero acusa amenazas y hostigamientos a su familia. Lo había vivido hace unos meses por el pobre rendimiento del equipo y se incrementaron -según su versión- por el caso de Byron Castillo, compatriota y compañero de selección.
"La familia recibió amenazas hace poco menos de dos meses y ahora con este fallo de Chile y Ecuador, la gente no para de maltratarlos; en las redes, en la calle, en la embajada, en cada lugar al que van", contó su representante.
"Están sufriendo. Es un caso difícil, que nunca nos sucedió. Esperamos una respuesta humana de la dirigencia y no someter a Hernán y su familia a seguir sufriendo está situación", agregó.
La trama del caso es profunda. De acuerdo a la versión de Galíndez, las amenazas han sido reiteradas en su estadía en Chile. Cuando pasó por primera vez, Azul Azul interpuso una querella. Eso fue el 9 de mayo pasado.
Han transcurrido más de 40 días desde la acción judicial y, según El Mercurio, "la investigación aún no arroja resultados conocidos, menos culpable, tampoco habría evidencia de las amenazas".
Pero para el ecuatoriano las cosas son claras. No quiere estar más en Chile. Se lo dijo a su representante y acudió a distintos organismo. Habló con el Sifup y a la Asociación de Futbolistas de su país.
El gremio ecuatoriano pide la liberación del arquero. Solicita "que se dé las garantías y el apoyo necesario al jugador para que pueda retornar de forma segura a Ecuador, siendo su país de origen".
De acuerdo a dicha asociación, Galíndez quiere volver a su país. ¿Las razones? Está incómodo en Chile y volver a Ecuador le devolvería la tranquilidad. Aunque también algo más: Lo haría estar más cerca de la selección pensando en el Mundial de Qatar. Además, tendría dos ofertas sobre la mesa en su tierra: Una de Liga de Quito y otra del Aucas.
"Azul Azul piensa que el portero está preocupado por entrar a la nómina final de Gustavo Alfaro para el Mundial, ya que siente que ha perdido terreno desde que fichó en el cuadro chileno", detalla el portal En Cancha.
El deseo del jugador choca con los intereses de la U. Los azules entienden la situación, pero no quieren perder al portero a cualquier costa. Por ello, le comunicaron a su agente que debe pagar una indemnización si desea partir.
La concesionaria exige 250 mil dólares o bien que exista una propuesta oficial para la compra de su pase. Sin dinero de por medio no habrá salida, le comunicaron a su agente.
Detrás del monto solicitado hay otra razón de peso. Si el meta se va ahora, antes que finalice su contrato, la U perderá lo que paga la FIFA a cada club que tiene un jugador en el Mundial (más de 100 mil dólares).
En lo deportivo, Galíndez ya no estuvo el fin de semana en el duelo de ida ante General Velásquez por la Copa Chile. Su presencia en la vuelta, el próximo lunes, también es un misterio.
"Se dio una semana particular, tuve una charla importante con Galindez, lo que hablamos prefiero que quede entre nosotros, de mi parte, pero él no estuvo por todo lo que fue la semana", expresó Diego López.