Han pasado solo dos días desde que la estadounidense Anita Álvarez paralizó el Mundial de Natación.
La competidora de nado sincronizado se desmayó en la piscina y fue su entrenadora Andrea Fuentes quien se lanzó al rescate.
Se vivieron momentos de pánico, pero la norteamericana ya está estable y dio su parecer sobre la situación en una entrevista a El País.
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En la última figura, donde tengo que despedirme levantando un brazo, me recuerdo pensando: '¡Empuja ese brazo! ¡No abandones ahora! ¡Dalo todo hasta el último segundo!'".
En el pasado he sentido que me desvanecía. Esta vez creo que estaba muy conectada mentalmente, tan metida en mi papel, viviendo el momento tan intensamente, que estaba realmente disfrutando de mi actuación. Seguí, seguí, seguí…", comenzó.
Hasta que se desvaneció: "En esta rutina me encontraba genial, tan cansada como siempre pero disfrutando. Y cuando sentí que por fin podía permitirme relajarme fue cuando todo se volvió negro. No recuerdo nada más".
Consultada por las fotos que dieron la vuelta al mundo en el que Fuentes la salva de las profundidades de la piscina, Álvarez fue bastante clara.
"Al principio me chocaron (...) Ahora pienso que las fotos son hermosas de alguna manera. Verme ahí abajo en el agua, tan en paz, tan en silencio, y ver a Andrea bajando con su brazo extendido intentando alcanzarme, como una superheroína…".
Y agregó: "En las fotos parece todo muy natural, aunque coger a una persona del fondo de una piscina y levantarla hacia la superficie es muy difícil".
Pese a la situación difícil que vivió, remarcó que quiere seguir compitiendo y terminar el Mundial.