Episodio muy curioso el que pasó en la primera ronda del Challenger de Salzburgo.
Elias Ymer (137°) -quien perdió ante Cristian Garin en primera ronda de Wimbledon- se enfrentaba a
Corentin Moutet (127°).
El sueco perdió los estribos. Tras no encontrar su mejor juego en el primer set, explotó y lanzó un furioso pelotazo. No contaba con que su disparo daría de pleno en una de las cámaras que transmitía el partido.
La destrozó: Los cristales cayeron en la cancha e incluso el umpire tuvo que bajar de su silla para monitorear la situación desde cerca. No hubo descalifación.
Ymer perdió 6-4 y 6-3.
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