Los "Cóndores" cayeron ante Estados Unidos por 22-21 en una verdadera batalla en el Santa Laura. Los chilenos lucharon bajo una lluvia torrencial, pero cayeron por solo un punto en la ida por el cupo mundialista.
Pese a la derrota, las sensaciones son positivas. El marcador es casi un empate y la llave sigue más que abierta.
Tras el duelo, los jugadores nacionales demostraron esto:
Agradecieron a las cerca de 10 mil personas que llegaron al reducto de Independencia a pesar del diluvio y sus caras seguían exhibiendo una tremenda energía.
Se podía ver el optimismo en los "Cóndores". Todos embarrados, pero con sentimientos positivos y ambiciosos pensando en la vuelta en siete días más.
A esto se refirió el capitán Martín Sigren. La fe está más intacta que nunca.
"El camarín se cierra positivo, sabíamos que iba a ser un partido cerrado. Era muy complicado que ganaramos por 15 puntos y salir allá a defenderlos. Iba a ser un marcador apretado, un punto, tres, cinco, no es mucha diferencia. Con hambre los muchachos de salir a buscarlo allá", dijo.
Y agregó agradeciendo al público: "Ese último try se los doy a ellos, nos dieron el aliento.
Siguieron bajo la lluvia, esa energía se sintió y la llevamos a EE.UU.. Hoy queremos jugar por ellos, hacerlos sentir orgullosos y que esta locura siga".
El head coach, Pablo Lemoine, fue por la misma línea.
"Estar en partido era el objetivo, de visita o de local. Creo que es importante haber metido ese último try. Es un try de los jugadores, de la gente, de las ganas, de todo el mundo. Estamos ahí, un penal y empieza 2-0 para nosotros. El partido está 0-1 y ahí empieza de vuelta. Nos tenemos mucha fe", comentó.
Y añadió: "Es un marcador que deja abierta la serie y vamos a ir a Denver en la búsqueda de la clasificación. Para eso hemos estado trabajando durante todo este tiempo y lo vamos a conseguir".
Vittorio Lastra también cree que se sacan cosas buenas: "Las sensaciones son positivas. Fue un partido durísimo, por las condiciones climáticas, la cancha, la luz que se cortó. Peleamos el partido hasta el final. Quedan 80 minutos de la serie y el equipo está muy enfocado en lo que se viene. Foco en mejorar la disciplina para el próximo partido, y a recuperar para estar al 100%".
Ya después de pasar por camarines, había camaradería. Los serios eran los menos. Pese a la caída, no existía derrotismo en los jugadores. Pasaron raudos al bus, pero algunos con una sonrisa decidora y que invita a seguir soñando.
Nada está dicho. Chile sigue con la ilusión intacta de asistir a su primer Mundial, en Francia 2023.